Una vida extra para el Dépor

El empate del Alcorcón y la derrota del Castilla avivan la llama | Llega el equipo más en forma

Lucas Pérez celebra uno de sus goles esta temporada en Riazor. |  // VÍCTOR ECHAVE

Lucas Pérez celebra uno de sus goles esta temporada en Riazor. | // VÍCTOR ECHAVE

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Cuando más abatido y derrotado se siente, Riazor le ofrece una red y sus rivales una oportunidad. El Dépor y el deportivismo le daban vueltas a otra decepción fuera de casa y ya empezaban a asumir la perspectiva de un nuevo play off y, de repente, un supersábado, que ojalá preceda a un superdomingo, le brinda en bandeja la posibilidad de engancharse a la pelea por el ascenso directo. Perdió el Castilla (3-0) y empató el Alcorcón (0-0) y todo está de nuevo en su mano. Si gana, se pondrá a dos puntos del liderato. Eso sí, nadie le va a regalar nada y menos la AD Ceuta (19.00 horas), que pelea por salvarse, pero que es el equipo más en forma de la segunda vuelta y acumula catorce jornadas sin perder. Al frente de la avanzadilla caballa, llega Rodri Ríos, acostumbrado a los oropeles de las categorías profesionales, y que quiso dar un paso atrás e incluso no le importó quedarse en paro para intentar relanzar su carrera. Y lo ha hecho de una manera rotunda e histórica al firmar 17 goles en unos pocos meses. Es el único que le discute a Lucas Pérez el estatus de estrella de esta Primera RFEF.

Pero el Dépor no le teme a nadie en Riazor. Todas las dudas de los viajes son certezas cuando empieza a desplegarse en su casa y con su gente. El juego atascado se convierte en fluidez y avalancha. Los rivales, en vez de crecerse, se acogotan y achican y la grada ruge, brama, porque sabe que estos partidos también los juega.

Óscar Cano, rechazado por la afición y en el alambre casi desde que llegó, es un superviviente, como su equipo, y mira al frente. Se aísla del ruido y busca que sus pupilos repitan sus pasos y se agarren a esas señas de identidad que le han convertido en arrolladores en A Coruña. Quieren la pelota, juegan con ritmo, presionan arriba y cuentan con el grupo de delanteros con más potencial de la categoría. La idea es que Ian Mackay viva tranquilo y mantenga los guantes limpios e inclinar poco a poco el duelo, casi decantarlo. Por fútbol, por insistencia, por escenario. Riazor pesa.

Lebedenko será la novedad segura del once por la baja de Raúl. Solo hay una duda en la mente del técnico. O insistir con Svensson en punta y dar cuerda y aire a Quiles, Lucas y Soriano o regresar al trivote que ha sido la base de trayectoria triunfal en casa. La vuelta de Isi Gómez multiplica las opciones en la medular. Lo consultará con la almohada el nazarí, mientras José Juan Romero llega con su Ceuta a A Coruña a disfrutar, triunfar y llenar de dudas a los coruñeses. Pierde a Barreda y a Juan Gutiérrez, por lesión, y a Samu Casais, por sanción. Su equipo es más que Rodri. Es Adri Cuevas y sus asistencias, es mucho más un equipo que exigirá y retará al Dépor como pocos.

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