Lendoiro: "El mejor recuerdo y el más bonito, los comienzos"

Arsenio y Lendoiro, en 2016, en la presentación de ‘110% Blanquiazul’, la historia del Deportivo editada por LA OPINIÓN.

Arsenio y Lendoiro, en 2016, en la presentación de ‘110% Blanquiazul’, la historia del Deportivo editada por LA OPINIÓN. / Carlos Pardellas

Redacción

El expresidente blanquiazul Augusto César Lendoiro, bajo cuyo mandato el Deportivo conquistó seis de sus siete títulos oficiales, repasó en los micrófonos de Radio Coruña Cadena SER su relación con Arsenio Iglesias y la importancia del exfutbolista y extécnico en la historia del club. “El mejor recuerdo y el más bonito que tengo de Arsenio son los comienzos que hemos vivido, en los que en mi época todavía estuvimos tres años en Segunda”, apuntó Lendoiro, que rememoró episodios tan destacados como “el trance de que nos robaron el pase a la final de la Copa del Rey en Valladolid, luego la pérdida al año siguiendo de la promoción contra el Tenerife y después el famoso meigallo que se rompe ante el Murcia con el ascenso”. En esa época juntos, Arsenio y Lendoiro mantuvieron una “relación muy directa”. “Fueron años especiales porque tuvimos una relación muy directa, cariñosa, respetuosa y de mucha admiración entre todos”, explicó el expresidente del Deportivo.

La última vez que Augusto César Lendoiro conversó con Arsenio Iglesias fue en 2016, en Riazor, con motivo de la presentación de 110% Blanquiazul, la historia del Deportivo editada por LA OPINIÓN. “No teníamos mucho contacto en los últimos tiempos. La última vez que recuerdo fue en la presentación del libro de LA OPINIÓN sobre el Deportivo, ahí sí coincidimos y charlamos un rato”, relató Lendoiro. “Después, lo he visto alguna vez por la calle, pero prácticamente me resultaba difícil mantener una conversación”, indicó el expresidente en referencia al progresivo deterioro en la salud de Arsenio

“Me quedo con aquellas imágenes de aquellas épocas gloriosas y con ese último recuerdo de ese día que mantuvimos una cariñosa conversación en los bajos de Riazor cuando se presentó aquel libro que también era historia viva del deportivismo”, concluyó Lendoiro.