Entrevista | Nuria Rábano Jugadora del Barcelona y ex del Deportivo Abanca

“Estoy muy agradecida al Dépor por fijarse en mí y crear el equipo femenino”

La defensa formada en el club blanquiazul acaba de proclamarse campeona de Europa con el Barça - “Me veo viviendo todo esto y en ningún momento me lo imaginé”

Nuria Rábano, con el trofeo de la Champions. // L. O.

Nuria Rábano, con el trofeo de la Champions. // L. O. / M. Otero

Marcos Otero

Marcos Otero

Nuria Rábano (Santiago de Compostela, 1999) culminó el sábado una temporada de ensueño proclamándose con el Barcelona campeona de Europa en su primera temporada como azulgrana. Levantó también la liga en un año de aprendizaje para ella tras su llegada al considerado como el mejor equipo del mundo procedente de la Real Sociedad. Allí militó dos campañas después de formarse en el Deportivo Abanca y ser una de las integrantes de la plantilla original con la que el club blanquiazul dio comienzo al proyecto del equipo femenino. Nuria repasa sus inicios, su temporada con el Barça y el futuro.

¿Ya ha asimilado que es campeona de Europa?

Aún lo estoy asimilando, sobre todo porque todavía ves imágenes y lo recuerdas. El final de temporada ha sido súper ilusionante. En la semana previa a la Champions había esa incertidumbre de qué iba a pasar, pero siempre tuvimos fe de que nos la íbamos a traer para casa fuera como fuera. Al final sucedió y te quedas con todo lo vivido y con todo lo que sucedió alrededor estos días.

Además con esa remontada. ¿Lo hace todavía más especial?

Sí. A nadie le gusta sufrir y nos hubiera gustado que el partido hubiera sido mucho más fácil, por así decirlo, pero era un gran rival. Sabe mucho mejor así.

¿Se imaginaba que su primera temporada en el Barça fuera así, a pesar de que llegaba a uno de los mejores equipos del mundo?

Cuando fichas siempre piensas en ganar títulos. La apuesta del Barça es muy fuerte y ahora te pones en un año casi perfecto, con la espinita de la Copa del Reina. El club siempre aspira a que todos los años sean así o incluso mejores.

¿Cómo ha sido la temporada para usted, en la que empezó jugando y después ha tenido menos protagonismo?

Ya solo por el hecho de estar en el Barcelona, en el que aspiras a todo, no me puedo quejar. Era un año para vivir la experiencia, sumar minutos y aprender a gestionar muchas cosas mentalmente para llevarlas al campo. Ahí me queda un trabajo muy largo. En el Barça es donde mejor puedo estar para aprender todo eso. También para aprender el ADN Barça, que hay jugadoras que lo llevan dentro, pero a las que venimos de fuera tenemos que ir cogiéndolo. A nivel personal estoy muy contenta.

¿Se refiere a adaptarse al estilo de juego del Barcelona?

Más que eso es que vienes de equipos más humildes y te encuentras con gente que lleva muchos minutos y experiencias. Están un punto o dos por encima y se nota. Tienes que ir adquiriendo todo eso a base de entrenamientos y jugando contra equipos grandes. Soy joven y espero poder seguir progresando y asumiendo grandes retos.

¿Cómo es verse en un vestuario con las mejores del mundo?

Al principio era un choque. Yo venía de sitios humildes y te encuentras en un vestuario en el que cada una está al máximo nivel. Todo el mundo quiere sumar y al mismo tiempo hacerse un hueco, pero me he encontrado con un vestuario muy sano. Eso ha hecho que no lo viera como el vestuario del Barça sino como mi casa.

¿Se imaginó en 2016 cuando llegó al Deportivo que siete años después iba a haber vivido todo esto?

Cuando estaba en el Dépor no miraba mucho más, aunque también es verdad que no soy muy de pensar a futuro. Me gusta vivir el día a día y mentalizarme de que un día estas aquí y otro allá, que no sabes muy bien dónde te va a llevar la vida, pero en ese momento solo pensaba en disfrutar y llevar al Dépor a Primera. Ese era mi reto entonces y era lo que más me ilusionaba. El paso a la Real Sociedad es otro reto que se me presenta, nunca he mirado mucho más allá. En el Barça ha sido igual. Se me presentan todas estas cosas y no puedo decir que no. Todo ha sido en muy poco tiempo y me veo viviendo todo esto y es verdad que en ningún momento me lo imaginé.

Usted se lo ha ganado con su trabajo, ¿pero esto hubiera sido posible sin aquella apuesta del Dépor por el equipo femenino?

Siempre he dicho que estoy muy agradecida a todos los equipos en los que he estado desde que empecé a jugar al fútbol. También a mi familia, que ha apostado mucho, al Arousana, al Dépor por fijarse en mí y por crear ese proyecto y a mis compañeras para todo lo que peleamos por aquel ascenso. También a los clubes que se han seguido fijando en mí y sobre todo a Manu [Sánchez, entrenador del Deportivo Abanca entre 2016 y 2021] por aquella reconversión de extremo a lateral. Todo pasa por algo y ahora ya no sé cómo sería jugar de extremo.

Aquella decisión de Manu Sánchez entonces le hizo tanta gracia como si le pusiera de portera...

A veces pienso qué sería de mí si no me hubiera convertido en lateral. Extremos hay muchas y hubiera sacado el máximo rendimiento a esa posición también, pero igual no hubiese triunfado así.

¿Aquel grupo que formaron en el Dépor Abanca sigue tan unido como entonces?

Es de las cosas de las que más me alegro, que mantengamos esa confianza. Que ese grupo haya permanecido y que sepamos que estamos ahí para las demás me hace estar muy orgullosa.

Menciona que no le gusta mirar demasiado a futuro, ¿pero qué metas le gustaría cumplir dentro de unos años?

Me gustaría afianzarme en el Barça, en competiciones exigentes y del máximo nivel, abrir mi mente y ser más fuerte mental y emocionalmente y obviamente a cualquier jugadora le gustaría disputar un Mundial y verse en ese escaparate. Creo que es a lo que aspiramos todas las futbolistas profesionales.