La vida al revés para el Dépor

El Deportivo se marchó el domingo de vacaciones navideñas con una victoria a domicilio, la cuarta de la temporada, que aparcó al menos durante una semanas la incertidumbre alrededor de la continuidad de Imanol Idiakez y confirmó que el equipo este curso donde está mostrando su mejor cara es lejos de Riazor.

Con el logrado en el campo de Espiñedo ante el Arenteiro, el Deportivo lleva el doble de triunfos como visitante que en casa. Cuatro frente a dos, el mundo al revés para un equipo para el que la consecución de su objetivo debía pasar por su rendimiento como local. Al menos, esa debía ser la idea teniendo en cuenta su papel de favorito y que en cada compromiso en su estadio la media de asistencia ha sido de 20.000 espectadores.

A pesar de eso, el Deportivo tan solo ha ganado dos partidos en Riazor de ocho disputados, lo que se traduce en once puntos y que figure como uno de los equipos del grupo con un rendimiento como local más pobre (es el decimocuarto en una hipotética clasificación en casa). “Tenemos todos claro que el rendimiento en Riazor no es el que queremos”, concedió Idiakez después de la victoria en O Carballiño. “En casa tenemos un problema de resultados, a veces de juego como contra el Sestao, hay que darle una vuelta”, coincidió el director de fútbol del club, Fernando Soriano.

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Esas cifras tan pobres las está compensando con un rendimiento a domicilio a la altura de lo que se podría esperar del máximo aspirante al ascenso directo del grupo. El Deportivo ha sumado 15 puntos lejos de Riazor, todavía insuficientes para asomarse a las posiciones de cabeza de la clasificación en lo que va de temporada, pero que han servido para que la situación del equipo no sea más preocupante.

Es uno de los conjuntos con mejores cifras del grupo, pero no el mejor. Celta Fortuna, Real Sociedad B y Ponferradina están por delante cuando se está a punto de alcanzar el ecuador del campeonato.

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El rendimiento del Deportivo lejos de Riazor es todavía más llamativo si se compara con las dos temporadas anteriores en la categoría, en la que el conjunto blanquiazul figuró en la primera mitad de la temporada como uno de los locales más fuertes. En el curso 2021-22, en la jornada 17, el equipo había disputado ocho encuentros en Riazor con un balance de seis victorias, dos empates y ninguna derrota. Fueron 20 puntos, que sumados a los 17 logrados a domicilio le convertían en el líder destacado por delante del Racing de Santander antes del derrumbe del equipo que se produjo a partir del mes de febrero.

La temporada pasada el equipo había disputado a estas alturas del campeonato nueve partidos en su estadio. Logró 18 puntos gracias a cinco victorias, tres empates y una derrota. Fuera sumó 14 puntos, lo que da muestra también del pobre ritmo de puntuación de este curso.

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