El Dépor no quiere más sorpresas

El Deportivo recibe esta tarde al Tarazona en busca de mantener viva una reacción que es palpable en la euforia del ambiente que se vive en torno al conjunto coruñés. Tras cuatro victorias consecutivas, seis en los últimos siete encuentros de Primera RFEF, los blanquiazules miran de frente a uno de los equipos más rocosos del campeonato. El cuadro aragonés ha recibido 20 tantos, solo cinco escuadras de la competición mejoran sus registros. La dinamita de Lucas Pérez, desatado en este 2024, y la calidad diferencial de Mella y Yeremay tendrán en Riazor a un rival con el que medir el potencial real de cara a puerta.

Vuelve el Dépor a Riazor, con quien se ha reconciliado para forjar la sociedad imprescindible que todos los campeones de liga requieren. Eso sí, con el fantasma todavía de los primeros meses sobrevolando y poniendo en duda cada siete días la realidad blanquiazul. Es palpable tanto en puntos como en el estado anímico de la plantilla y la afición, pero febrero, con tantas jornadas por delante, es todavía demasiado pronto para descorchar el champán. El Nàstic, con cuatro puntos de ventaja, todavía es el líder de la competición hasta que los coruñeses consigan realmente darles alcance.

En esa cacería salvaje se ha aventurado un Deportivo que vuelve a contar con todo el elenco a disposición, a excepción del sancionado Davo. El asturiano cumplirá su segundo partido en la grada después de ser expulsado frente al Fuenlabrada. Iván Barbero apunta a titular tras regresar con gol el pasado fin de semana en la goleada ante la SD Logroñés. Por primera vez en mucho tiempo, Idiakez podría repetir once titular sin ningún cambio. Una muestra más de que, por fin, las piezas han encajado bien y todo parece seguir un cauce correcto. No obstante, enfrente también juegan.

Y lo que espera el Dépor es un rival duro y rocoso. Lo vivió de primera mano en la ida, cuando David Cubillas salvó un punto in extremis y robó dos a un Dépor que, por entonces, tocaba fondo. No estará, eso sí, la criptonita deportivista. En lugar del veterano ariete, máximo goleador del Tarazona, estará o Christian Dieste, un delantero más natural, o Andreu Guiu, un atacante móvil.

Será un encuentro, a priori, para abrir con calma y paciencia. Los pupilos de Molo Casas son muy ordenados sin balón y no suelen caer en errores. Además, bajo palos se han hecho con uno de los cancerberos de la categoría, Salvi Carrasco. Será, también, una buena oportunidad para calibrar al equipo de Idiakez en escenarios más cerrados. Fuenlabrada y Logroñés se abrieron con rapidez, pero para que el Tarazona hinque la rodilla hará falta algo más. Pero el Dépor y Riazor no quieren más sustos este curso.