Entrevista | Brais Val Centrocampista del Fabril

Brais Val: “Puedes tener talento, pero si en los duelos vas de mentira no vas a progresar”

“El objetivo de todos es la primera plantilla, pero siendo realistas no todos vamos a llegar. Yo quiero hacerlo lo mejor posible en el Fabril por si algún día llega la oportunidad”

Brais Val, en la ciudad deportiva de Abegondo.

Brais Val, en la ciudad deportiva de Abegondo. / Casteleiro / Roller Agencia

Marcos Otero

Marcos Otero

Brais Val (Vigo, 2002) aterrizó en el Deportivo en edad juvenil y formó parte de la generación que se proclamó campeona de España de la categoría en 2021. En estos años se ha afianzado en el centro del campo del Fabril a las órdenes de Óscar Gilsanz junto a algunos de los compañeros con los que alcanzó aquel título. En junio acaba contrato y su futuro en está en el aire, pero prefiere centrarse en confirmar la salvación con el filial blanquiazul en una temporada en la que lo ha jugado prácticamente todo.

Ha sido imprescindible para su entrenador esta temporada...

Tener continuidad es algo súper importante, es la manera que tienes de crecer como futbolista. Estoy muy contento y agradecido por la cantidad de minutos que he tenido este año, porque prácticamente lo he jugado todo. Lo colectivo está por encima de lo individual, pero si puedes tener participación y minutos es lo que todos queremos.

Y además tras un salto de categoría, ¿cómo ha sido el cambio?

Veníamos de la Tercera, que es una categoría engañosa porque puede parecer que hay menos nivel del que realmente hay, pero en esta ya hay un plus. Me acuerdo del primer partido en Avilés, en el que ya ves que es otra cosa. Es un saltito más que te motiva y te ayuda a mejorar. Todos los partidos son súper exigentes, no hay un partido cómodo, todos los rivales tienen armas diferentes, eso te ayuda también a adaptarte a diferentes escenarios y a mejorar.

¿Esperaban que fuera a ser una competición tan loca, con tantos cambios en la clasificación?

Sobre todo es muy igualada. Puedes ganar uno o dos partidos y piensas en cotas mayores, pero pierdes uno y ya te devuelve a la realidad. Hay muchísima igualdad, quitando los tres primeros equipos el resto estamos muy igualados. Cada partido se decide por un mínimo detalle. Sabíamos que era una categoría igualada, pero no lo notas hasta que estás dentro. Cada jornada es una final, cada partido que ganas se celebra de la hostia, porque no es algo que pase fin de semana tras fin de semana, como igual en Tercera. Valoras más los resultados y los puntos.

¿Tuvieron que cambiar la mentalidad después de una temporada en Tercera en la que fueron dominadores? ¿Acostumbrarse también a perder?

El año pasado no es que fuera una obligación, pero igual había la responsabilidad de cada partido lo teníamos que ganar. Este año también tienes que salir a ganar, pero puede que tengas que valorar más un empate, porque ese punto a final de temporada puede ser clave. Vas a perder más porque ya no eres tan superior, no es un dominio constante todos los partidos.

Ha sido uno de los jugadores que ha ido subiendo peldaños desde la Copa de España Juvenil de 2021. Algunos compañeros se fueron, otros dieron el salto al primer equipo, con otros aún comparte vestuario... ¿Cómo lo ha llevado?

Pues con mucha naturalidad. Al fin y al cabo lo que conseguimos en juveniles fue algo que no nos lo quita nadie, fue una experiencia única, pero el fútbol no tiene pasado. Hay que vivir en el presente, algunos compañeros tuvieron que salir, otros progresaron dentro del Dépor y están en el primer equipo... Lo llevamos con naturalidad. Nuestra generación conseguimos esa copa y un ascenso, que no está nada mal. Queremos seguir progresando. Este año la salvación es nuestro objetivo.

Usted acaba contrato esta temporada, ¿cuál es su idea?

Yo aquí estoy muy bien. Obviamente mi progresión estaría en el primer equipo, pero sé la dificultad que existe. Hay muy buena hornada de jugadores, muy buena gente, pero no todos podemos llegar al primer equipo, eso sería imposible. Es verdad que es el objetivo de todos, pero siendo realistas no todos vamos a llegar. Entonces, yo quiero progresar, hacerlo de la mejor manera posible en el Fabril, sumar minutos, aportar y si algún día llega la oportunidad pues bien. Si no pues nada, seguir en el fútbol, que es el objetivo de todos.

¿El club ha hablado con usted?

Hablamos a finales de diciembre, hubo unos primeros contactos, pero decidimos esperar hasta que acabase la temporada. Quería estar centrado en conseguir el objetivo de la salvación y ya luego habrá tiempo para hablar.

¿Asume que el horizonte del primer equipo es complicado?

Hablando desde mi punto de vista, yo sí que soy muy consciente. Creo que hay que tirar de la cantera, pero un club como el Dépor, con la exigencia que siempre tiene, no puede subir todos los años ocho jugadores del filial, hay que ir compensando. Este año ya han subido dos o tres, más Rubén [López] y Martín [Ochoa], que está ahí a caballo entre los dos. Cada año puedes intentar aportar uno o dos, pero no todos. Aunque tengan nivel, no todos pueden dar ese salto. Hay que tenerlo claro y a partir de ahí trabajar.

Tuvo presencia en los entrenamientos con el primer equipo durante las últimas temporadas y llegó a debutar, ¿siempre tuvo claro que su lugar estaba en el Fabril?

Lo llevé con normalidad. Yo sabía muy bien lo que había. Yo sabía que mi equipo era el Fabril. Tuve la suerte de poder estar un mes o mes y medio con el primer equipo en pretemporada, pero eso para mí era más un premio y un aliciente para trabajar y mejorar. No tuve pájaros en la cabeza porque quería aprovechar ese mes y medio con unos compañeros con más nivel y ritmo. Hay que valorarlo porque no todo el mundo puede tener esa suerte. A partir de ahí, una vez que ya volví con el filial, sabía que era mi equipo y que era donde tenía que estar para ganarme las cosas en el primer equipo.

Óscar Gilsanz dice que un filial debe cumplir una función formativa, pero que no pueden olvidarse de competir. ¿Lo están cumpliendo?

Una de las mejores maneras para formar a los jugadores es enseñarnos a competir, a ganar cada duelo, que cada partido sea como si fuese el último, porque esa es la manera que te hace tomártelo todo en serio. Puedes tener mucho talento, y eso también se forma, se corrige, pero si luego en los duelos vas de mentira no vas a progresar. Además hoy en día el fútbol es más de duelos, más físico, y entonces tienes que darle importancia a eso, la misma o incluso más que al balón o lo bonito. Nuestro objetivo siempre ha sido competir, sea la categoría que sea. En Tercera nos costó más porque veníamos de juveniles y el nivel físicamente era superior.