La propuesta de convenio de Pescanova no cuenta, a día de hoy, con el beneplácito de la banca acreedora. El texto, elaborado por Grupo Damm y Luxempart, no contará en principio con el voto favorable de los principales bancos atrapados en la multinacional. Varias fuentes financieras confirmaron a este diario que trabajan ya en un escenario de liquidación de Pescanova, lo que supone la puesta en venta de todos sus activos para pagar, en la medida de lo posible, sus deudas. Desde el entorno de la pesquera gallega, conocedores de este movimiento, censuraron el "comportamiento irresponsable" de los bancos, a los que culpan de la "posible desaparición" del grupo. "Es incomprensible", añadieron.

Desde las entidades aseguran que, si el juez decreta la liquidación por falta de acuerdo para aprobar la propuesta de convenio (necesita el 50% de los créditos ordinarios), los bancos "comprarán" los activos en subasta y pondrán en marcha "su propio plan". "El que consensuamos de inicio con Damm, pero lo que ha presentado dista de lo que habíamos acordado", ahondan. Aseguran que las filiales de Pescanova se reflotarían con una inyección de 150 millones que pondrían los bancos, y ya están buscando "a contrarreloj" un socio industrial que sustente su proyecto. La banca lo había intentado con Mercadona y Brown Rudnick. Recibieron el "no" por respuesta. "Los bancos han visto que la propuesta de convenio no cumple con sus pretensiones, porque todo lo que pedían eran para ellos", critican desde la factoría. La respuesta de la banca es la contraria: que Damm les ha "tomado el pelo" al no respetar los preacuerdos de la quita, la deuda o la orden de prelación de cobro del pasivo. Y desde el grupo cervecero la réplica va por el mismo camino.

"La quita media ponderada para los bancos es del 72%" cuando la primera superaba el 90% y la segunda era del 80%", dicen. La cuestión de referencia está en el dinero que la banca recibirá tras aplicar la quita. Las entidades tenían clara la cantidad: 1.000 millones de euros. Pero la propuesta de convenio de Pescanova reduce la deuda a devolver tras la quita a 700 millones lo que se traduciría en pérdidas de un 66%. En definitiva, 300 millones que separan la aprobación de una propuesta de convenio y la liquidación de la compañía. ¿Por qué ha pasado esto si la banca hablaba solo de diferencias técnicas hasta hace apenas 48 horas? En un encuentro celebrado el martes en Madrid de los bancos del G7 (Sabadell, Popular, NCG, CaixaBank, BBVA, Bankia y UBI Banca) con su asesor, KPMG, salieron del encuentro con el "feeling" de querer "buscar una solución". Fue ayer cuando reventó el optimismo. El experto en legislación concursal Ramón Ozores, afirmó que no se puede modificar una propuesta de convenio una vez que esté admitida a trámite (la de Pescanova lo estará previsiblemente la próxima semana).

Fuentes de la pesquera explicaron que Pescanova no podría asumir tener una deuda de 1.000 millones, y han rebajado el nivel de créditos a devolver a 700 millones con plazos de pagos entre los 8,5 y los 15 años. "Si Pescanova se queda con esa deuda no podría sobrevivir", denuncian. Desde la firma se acusa a los bancos de querer recuperar demasiado , y desde la banca acusan al grupo que preside Carceller de haber elaborado un texto sin su consentimiento previo.

Desde el grupo cervecero aclararon antes de conocerse los planes sobre una posible liquidación que no podían acceder a todas las pretensiones de los bancos. "Es absurda esta situación, este comportamiento, va en contra de la intención del Gobierno de salvar empresas y recuperar la industrial del país", zanjó una fuente directa de Pescanova.

Por otra parte, según la presidenta Comisión Nacional del Mercado de Valores, Elvira Rodríguez, el caso de Pescanova ha supuesto para el organismo un "banco de pruebas" ya que, a través de una respuesta rápida, se ha demostrado que la supervisión funcionaba y que, mediante una comunicación proactiva, ha devuelto la confianza en la sociedad.