Solo dos de cada diez economistas gallegos consideran que la situación mejoró en la comunidad entre enero y junio de este año respecto al segundo semestre del año pasado. Es el porcentaje más alto entre quienes ven la botella de la economía gallega medio llena desde el año 2010, según los datos del Barómetro de Economía de Galicia. Otro 40% de los profesionales de la comunidad señala que la coyuntura continúa igual que hace un año y un 64% ve la situación mejor o igual que en el segundo semestre de 2013, y el restante 36% percibe un empeoramiento.

Estas son las conclusiones del barómetro que elabora el Consello Galego de Economistas, dirigido por la profesora titular del departamento de Análisis Económico de la Universidade de A Coruña, María Jesús Freire Seoane, quien subrayó ayer que "se reafirma la tendencia" del último informe, en el que se aprecia "un cambio positivo en el futuro económico", si bien reconoció que "falta tiempo" para que esta mejoría se perciba entre "la gente de la calle". En la presentación del informe en Santiago, Freire Seoane indicó que en el estudio se realiza a partir de una encuesta -entre unos 500 economistas gallegos- y refleja que las condiciones adversas de la economía de la comunidad se van disipando, y la situación mejora.

Más educación contra el paro

Esta mejoría se aprecia, según Freire, en que desciende la preocupación de los economistas por la escasez de crédito o por la debilidad de la demanda interna y externa. Con todo, el problema principal sigue siendo el paro, como atestigua que el 70% de los economistas así lo identifique (aunque ha habido una caída respecto a otros semestres en los que se ha llegado a alcanzar el 88%); seguido por la escasez de crédito a familias y empresas, en un porcentaje que desciende hasta el 53%; y en tercer lugar se encuentra -con un 40%- la "inadecuada dimensión de la estructura de las empresas gallegas". Preguntados por las soluciones para fomentar el empleo, la mayoría de los economistas reclama mejorar la exigencia del sistema educativo (con 8,4 puntos sobre 10); seguido por captar inversión extranjera (7,9 sobre 10); crear nuevos nichos de empleo (7,7 sobre 10) y reactivar el sector agrario (6,9 sobre 10).

El optimismo es otro de los factores que mide el barómetro y que alcanza su tasa más alta en A Coruña, con un 29,02%, mientras que los más pesimistas son los de Ourense, con un 44,62%.