Perfialsa, la fábrica de elaboraciones de aluminio extruido del grupo Sapa en Arteixo, tiene casi cuatro décadas de historia. Fue construida en 1977 y, con la compra de Inespal por Alcoa en 1998, pasó a ser propiedad de la multinacional del aluminio. Hasta que en 2006 la firma estadounidense decidió separar las actividades de extrusión de aluminio -Perfialsa y otras fábricas de España- del negocio del aluminio primario, para lo que creó, con el grupo noruego Orkla, la joint venture Sapa, en la que Alcoa controlaba el 45% del capital.

A finales de 2008 Alcoa cedió a Orkla su 45% en Sapa a cambio de que el grupo noruego le entregase su 50% en Elkem Aluminum, centrada en el aluminio primario. Pero el vínculo se mantuvo porque Perfialsa siguió como cliente de la estadounidense.

El presidente del comité de empresa de la fábrica coruñesa de Alcoa, Juan Carlos López Corbacho, que trabajó en Perfialsa, deja clara la vinculación entre las dos: "Estuve en Arteixo del año 89 al 94. Eran la misma empresa, aunque con distintos negocios. Su cierre es una muy mala noticia".