Los 400 trabajadores que la multinacional del aluminio tiene en A Coruña han vuelto a salir a la calle para exigir a la empresa que lance un "mensaje claro" que confirme el mantenimiento de la actividad en la factoría de A Grela. Dos meses después de que la firma obtuviese menos bonificaciones al recibo eléctrico de las que necesitaba para reducir sus costes energéticos, la plantilla mueve ficha.

Los empleados de la multinacional estadounidense insisten además en su demanda al Gobierno de que elimine el sistema de subastas para repartir las primas que reciben las grandes empresas con consumo intensivo de electricidad que están dispuestas a reducir o cesar su abastecimiento en caso de emergencia del sistema (interrumpibilidad).

En la última puja, celebrada en los primeros días de septiembre, Alcoa obtuvo "peores resultados" que el año anterior; menos retribución que el ejercicio en que llegó a plantear un ERE para despedir a toda su plantilla de A Coruña y a la de Avilés (con una factoría prácticamente idéntica en producción y plantilla). La dirección del grupo en España comunicó a sus empleados que evaluaría las repercusiones que tendría la "mala subasta" para el futuro, pero de momento no ha soltado prenda. Los resultados de la puja la obligan a prestar el servicio en 2016, pero no garantiza su actividad más allá. Alcoa acaba de anunciar la paralización de refino y fundición de alúmina y aluminio en Estados Unidos para ajustarse a los bajos precios del mercado, ajuste que desvincula de la planta coruñesa.