La banca italiana afronta serias dificultades, con una cartera de créditos morosos alarmante que causa los importantes desplomes registrados en los últimos meses en la Bolsa milanesa, un panorama grave que el Gobierno italiano y la Unión Europea (UE) están decididos a enmendar. Italia vive una situación económica que preocupa a Bruselas, con un endeudamiento público significativo, unos créditos morosos inquietantes y un crecimiento que se ha estancado en el segundo trimestre .

El país transalpino, la tercera economía de la zona euro, lleva meses luchando por deshacerse de los 360.000 millones de euros en préstamos morosos que acumula, una cifra que supone el 22% del PIB. El problema afecta a la mayoría de los bancos del país, aunque la mayor preocupación pesa sobre el Monte dei Paschi di Siena, el tercer banco del país, el más antiguo del mundo, y el único que suspendió los tests de estrés de la patronal europea.