El gasto del Gobierno en las pensiones no contributivas de Galicia ascendió el año pasado a más de 218 millones de euros, a los que habría que sumar los nueve millones que está dedicando la Xunta a pagar el complemento de 206 euros anuales a estas prestaciones. Las pensiones de jubilación de las personas que no han cotizado representan un coste para las arcas del Estado de 131,3 millones de euros, mientras que las de invalidez suponen un desembolso de 87,4 millones de euros. Aunque el número de beneficiarios ha bajado en casi 6.100 desde 2009, el gasto en las pensiones no contributivas solo descendió un 3,5 debido al ligero ascenso de 36 euros en la cuantía media.