Abanca se lanza a la financiación de nuevas firmas de base tecnológica con una incubadora de empresas propia que tiene su sede en un moderno edificio en Pocomaco inaugurado ayer con 670 metros cuadrados de superficie a disposición de los emprendedores que pretendan desarrollar una firma tecnológica, siempre y cuando tenga sede en Galicia y guarde relación con el sector financiero, tanto en la rama pura de negocio bancario como en los campos de la regulación o los seguros.

La entidad invertirá inicialmente 10 millones de euros -que podrán ser ampliados en el futuro, según su consejero delegado, Francisco Botas- en la creación y desarrollo de estas start-ups tecnológicas. Abanca busca proyectos viables; empresas en fase de creación o desarrollo a las que prestar un apoyo "integral", que comprende la financiación pero también el asesoramiento y tutoría durante el proceso, con la idea de sus productos lleguen al mercado o sean incorporados incluso como tecnología al servicio del proceso de digitalización del banco, como ayer explicó el vicepresidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, durante la presentación de Abanca Innova.

A diferencia de otras entidades de apoyo a emprendedores, Abanca no funcionará con plazos, sino que la selección de proyectos será constante, y de hecho ya empezó. Tres empresas de este perfil trabajan ya en el centro Abanca Innova de Pocomaco y sólo dos de ellas son clientas del banco. La entidad tiene además ya seleccionados 25 proyectos a los que ha entregado hasta 1.000 euros para el diseño de su presentación y que en estos días se someterán a las primera fase de selección, para la captación de financiación.

El proceso de inversión tendrá dos fases; la inicial o de capital semilla, en la que la entidad financiará una serie de proyectos en fase de creación con entre 5.000 y 20.000 euros a través de un préstamo participativo. De ellos, Abanca seleccionará en la segunda fase , de emprendimiento o start-up, los que por su nivel de madurez puedan ser constituidos como empresas. En esta segunda fase los emprendedores podrán recibir hasta 100.000 euros a través de la participación directa de la sociedad vehículo Abanca Invest o de un préstamo participativo convertible. El banco se plantea permanecer en el capital entre dos y tres años para luego desinvertir, pero también apoyará a los proyectos en la búsqueda de otros inversores.

Los técnicos de Abanca acompañarán los proyectos empresariales nacientes en todas las etapas de su desarrollo con asesoramiento en materia de gestión para estructurar la start-up desde el punto de vista empresarial y pueda operar en el mercado, pero también para madurar la idea propuesta e incorporar el producto o servicio resultante en la operativa del banco.

Abanca, que colaborará con su centro de estudios Ieside y otras universidades para "detectar, impulsar y mantener" el talento tecnológico, acogerá en su centro de Pocomaco jornadas de formación y presentaciones de tecnologías emergentes, como la semana pasada ocurrió con Blockchain, y operará como una incubadora de empresas en proyectos incluso que no reciban financiación de su programa. Abanca Innova se ofrecerá además como espacio de ideación para que los estudiantes desarrollen sus ideas o proyectos de fin de carrera. El nuevo edificio cuenta de hecho con diez espacios de entre 18 y 76 m2, y 32 puestos de coworking. En tres de esas oficinas se encuentran ya Alamo Consulting, una empresa dedicada a la creación de soluciones para regulación financiera; Wayup, que desarrolla aplicaciones móviles y Empathy tools, de hardware y software aplicado a los juegos, que colaboró en el desarrollo del robot presentado recientemente en las oficinas.

"Con este proyecto aunamos nuestra vocación de dinamización de la economía con nuestra apuesta por las tecnologías transformadoras que ya aplicamos en el proceso de digitalización", explicó Juan Carlos Escotet, quien recordó los 100 millones que la entidad ha destinado en los últimos años a este proceso. Botas, por su parte, destacó el objetivo de Abanca de poner en marcha un programa "estable, sostenible y colaborativo que impulse tecnologías emergentes aplicables a la prestación de servicios financieros desde Galicia". El objetivo de la entidad de hecho es que Galicia sea el tercer polo de desarrollo en este sector tras Madrid y Barcelona.