Diversas empresas e inversores han hecho llegar al juzgado sus ofertas para hacerse con la marca Caramelo después de que la compañía entrase en liquidación, el pasado mes de octubre. El juzgado de lo Mercantil, que ordena el proceso judicial para obtener los máximos réditos de los activos de la textil para cubrir las deudas, ha recibido ya algunas ofertas, aunque no se espera que el proceso termine antes de dos meses que incluso se podrían prolongar a tres si las ofertas iniciales son demasiado bajas o el administrador entienda que hay margen para obtener unos mayores ingresos.

El que ya fuera administrador concursal de la compañía controlada en sus últimos años por la corporación Inveravante de Manuel Jove, Antonio Zamorano, es ahora el liquidador de la sociedad y el que se encarga de vigilar todo el proceso en nombre del juzgado.

En estos procesos, cuando hay varios pujadores, el juzgado comunica cada una de las ofertas que le van llegando para que los otros contendientes puedan tener opción a mejorarlas. Cuando ese proceso ha finalizado, el liquidador envía la que considera mejor oferta al juzgado cuál es la oferta más elevada para que la haga pública. Los pujadores aun tienen entonces diez días para mejorarla.

El grupo pidió la liquidación a finales del pasado mes de octubre, dos años y ocho meses después de salir del concurso de acreedores con una quita del 80% sobre su deuda de 100 millones y una espera de 8 años para devolver ese 20%. La empresa tenía para entonces 169 trabajadores de los 800 que llegó a contar cuando era una firma de moda emblemática y conocida dentro y fuera de España por la calidad de sus prendas y diseños.