El ministro de Economía, Luis de Guindos, volvió a defender ayer la venta del Banco Popular al Banco Santander por un euro y aseguró que haber dejado caer a la entidad habría tenido un coste para España de unos 36.000 millones de euros. Esa cifra sería la deuda que tendría que haber emitido el Tesoro para que el Fondo de Garantía de Depósitos, que no dispone de recursos por este importe, pudiera garantizar a todos los clientes del Popular sus ahorros de hasta 100.000 euros.

Sin embargo, la venta de la entidad al Santander evitó ese escenario y garantizó los depósitos del Banco Popular "con coste cero" para los contribuyentes, explicó De Guindos en el Congreso durante la sesión de control al Gobierno.

El ministro respondió así al diputado socialista Pedro Saura, que le acusaba de seguir "engañando a los españoles, igual que cuando dijo que el rescate [del sector bancario] no nos iba a costar un euro" y aseguraba que con la venta del Popular se lleva a cabo "una nueva transferencia de dinero de los españoles a los poderosos de este país".

Saura hizo alusión a los beneficios que obtendrá el grupo presidido por Ana Botín por los créditos fiscales que acumula el Popular, pero De Guindos le aclaró que nada ha cambiado con la venta de la entidad. De hecho, resumió, independientemente de la venta, el Popular tenía derecho a esos créditos fiscales, que se utilizarán en parte este año por las pérdidas contables registradas en 2016, antes de su venta al Santander.

Por último, explicó que si esos créditos fiscales se convierten en capital el Estado obtiene unos ingresos, ya que implican comisiones.