A la industria naval gallega no le gustan los aspavientos, aunque sus buenos registros de los últimos meses no dejan hueco al disimulo. El sector se ha resarcido de forma sustancial de una profunda crisis -derivada del crac financiero, el tax lease y la del mercado offshore-, y eso se dejó notar ayer en la jornada de apertura de la séptima edición de la Feria Internacional de la Industria Naval de Vigo (Navalia). "El sector sale de una etapa con más sombras que luces", asintió el presidente de la feria, José García Costas, que emplazó a los asistentes a trabajar "juntos" para ganar más músculo todavía: "No podemos permitirnos frenar la recuperación". El objetivo es claro y, a juicio de la industria, asequible. De acuerdo a los datos aportados por Pequeños y Medianos Astilleros Sociedad de Reconversión (Pymar), que agrupa a gran parte de la construcción privada de España, Galicia firmó el año pasado 17 contratos por valor de 500 millones de euros. "Se puede superar", refrendan los empresarios.

La clave estará en que Hijos de J. Barreras repita hito y amarre al menos uno de los dos cruceros de ultralujo para The Ritz Carlton; el que ya está en grada -se botará en octubre- fue el mayor pedido de la historia del naval civil de España, de en torno a 250 millones. Pero también de la entrada en vigor del ferri para Naviera Armas (sobre 125 millones, propulsado con gas natural) o los dos de la armadora noruega Havila Shipping (200 millones en total). Aunque la industria mira de reojo al sector pesquero, que vive tiempos dulces pero que apenas ha iniciado la renovación de su flota, con más de 30 años de media de edad. Además de Iberconsa, que construirá un arrastrero de 68 metros, al menos otra pesquera de Vigo ha iniciado los trámites para encargar un pesquero para el Cono Sur. Pero hay pocos ejemplos más: Pereira, Pesca Baqueiro, Kalamar Ltd, Nueva Pescanova, Pesquera Inter y Mascato son las únicas grandes pesqueras que sí han acometido o iniciado una renovación parcial de su flota.

"Estamos trabajando mucho pero tenemos que seguir creciendo para invertir en tecnología y ser competitivos", resumían en una de las principales auxiliares asentadas en Vigo. Una idea que García Costas también expuso en la inauguración: "Debemos potenciar la formación, apostar por la tecnología y la innovación y dar mayor valor añadido. Salir más al exterior para aprender y mejorar e importar menos". Es el secreto del éxito. "Hay mucha actividad, pero con esta competencia es difícil hacer dinero", agregaban otras fuentes de la industria. Lo cierto es que el naval global registró una caída del 15% en la cartera de pedidos en 2017.