El economista Jorge Sanz, presidente del comité de expertos nombrado por el Consejo de Ministros para definir cómo afrontar el proceso de transición energética y cumplir los compromisos para reducir el cambio climático, sostuvo ayer en Santiago que en España es necesario cerrar térmicas o nucleares ante la excesiva capacidad de generación de electricidad. Durante su intervención en un acto en la sede del Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Galicia (Icoiig) para presentar el informe sobre la materia entregado el mes pasado al Ministerio de Energía, Sanz indicó que en los próximos años "se va a cerrar el carbón y se va a cerrar la nuclear, máxime cuando nos sobre capacidad" y señaló que corresponde a las autoridades decidir "qué hay que cerrar primero". Ese exceso de capacidad vendrá principalmente por la entrada en el sistema de más energías renovables, especialmente eólica.

La comisión de expertos encabezada por Sanz, un economista diplomado por el Centro de Estudios Monetarios y Financieros y máster de la London School of Economics and Political Science, entregó el pasado 2 de abril el informe al ministro de Energía, Álvaro Nadal, en el que analiza diferentes escenarios y modelos para favorecer la "descarbonización" y reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.

El documento considera que el precio de los derechos de emisión de gases contaminantes implican que el carbón no sea competitivo, explicó Sanz, que destacó que hay "margen para cerrar centrales" térmicas, pero señaló que el Gobierno está tramitando una legislación sobre "posibles efectos sobre los precios". En su opinión, la decisión sobre las térmicas -como la coruñesa de Meirama, con su futuro en el aire- dependerá de la fijación de derechos de emisión por parte de la UE y de la fiscalidad que se aplique, lo que influirá en el cierre de algunas de las centrales más contaminantes de España.

"Me parece que lo de la descarbonización va en serio y la Comisión Europea si ve que el carbón no se cierra algo hará", indicó Sanz.

Este experto estima que si España cerrase las centrales nucleares, con capacidad para 7.000 megavatios, "las emisiones de CO2 del sector eléctrico se duplicarían y el precio del mercado eléctrico subiría un 20%", según las simulaciones del informe.

Problema de las renovables

El documento subraya que no es posible sustituir "el 100% de la energía nuclear por energías renovables" porque la ausencia de sol o de viento pueden rebajar la producción puntual e incluso conllevar un corte de suministro. En caso de un eventual cierre de las plantas nucleares, las fuentes de energía renovable solo podrían aportar una pequeña parte de las necesidades, lo que conllevaría tener que recurrir al gas natural, que produce dióxido de carbono.

Según el informe, la potencia total de las instalaciones de generación de electricidad en España está "un 30% por encima" de la demanda real del mercado en base a los datos de 2017 y "añadiendo la interrumpibilidad es un 40%" superior, lo que revela la "sobredimensión del sector eléctrico" español.

De hecho, Sanz consideró que es "un lujo tener un 40% de sobrecapacidad", pero advirtió de que "para mantenerla hay que pagarla" y opinó que lo sensato es "pensar en cómo reordenar el sistema".