La vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, aseguró ayer que el Gobierno buscará "desmontar" la reforma laboral con el fin de fortalecer la negociación colectiva. "De la reforma laboral, sin ambages: con la mayoría que tengamos, a lo importante de esa reforma laboral, la tenemos que desmontar. Lo tenemos absolutamente claro. Los trabajadores se han quedado sin ninguna fuerza, desde la negociación colectiva hasta todo lo demás", aseveró en su comparecencia en el Congreso de los Diputados.

Calvo explicó en la Comisión Constitucional de la Cámara baja las políticas que seguirá el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez y recalcó las perspectivas de crecimiento previstas por el Banco de España y organismos nacionales e internacionales para aseverar: "A lo mejor no hay ninguna dilación más en la recuperación de derechos laborales". "Porque teniendo desarticulada la fuerza que pueden tener los trabajadores, tenemos un país desregulado", apostilló la ministra, que indicó además que las clases medias y trabajadora son "las que han soportado la crisis". "Todos los indicadores dicen lo que dicen: que los ricos son más ricos y los pobres son más pobres", lamentó la vicepresidenta del Gobierno.

La pérdida de fuerza de los sindicatos en la negociación colectiva como consecuencia de la reforma laboral fue una de las grandes críticas de los representantes de los trabajadores en los últimos años a los cambios introducidos por el departamento que dirigía Fátima Báñez en 2012. Esa menor capacidad de negociación provocó que en Galicia se pactasen desde ese año subidas salariales inferiores al 2%. La acordada entre enero y mayo del presente ejercicio -último dato disponible- fue del 1,62%, la segunda más alta tras la del mismo periodo de 2012 (+1,86%) y muy por encima del mínimo registrado desde entonces, del 0,71% de enero a mayo de 2015. En los años previos a la reforma laboral -ya en plena crisis- la subida salarial pactada en los convenios colectivos en Galicia nunca bajó del 2%, con el 3,45% de enero a mayo de 2011 y el 4,17% del mismo periodo de 2008 como los mayores incrementos.

Un problema de ingresos

La número dos del Gobierno explicó en su intervención, tras una pregunta del diputado de Unidos Podemos Íñigo Errejón sobre si el Gobierno tiene alguna voluntad de "renegociar" con la Comisión Europea la senda de reducción del déficit y plantear mayores ingresos que sustenten un aumento del gasto público, que el problema de España "es de ingresos" y coincidió con el diputado de la coalición de izquierdas en que los ajustes y la política fiscal "tienen que ir en la dirección de quiénes tienen que pagar más".

"De lo contrario, estamos metiendo a la política en un tirabuzón imposible. O pagan impuestos los que siempre los pagan, y el fraude fiscal no se ataja, o no hay manera de fortalecer el Estado de Bienestar, incluso que crezca en la medida de lo que tiene que seguir convergiendo con Europa", apostilló la ministra.

Por ello, Calvo sostuvo que el Gobierno defenderá este argumento y que lo llevará a los Presupuestos Generales del Estado de 2019. "Estamos empezando a trabajar en unos presupuestos propios para el año que viene, en el que nos replantearemos el gasto, pero también los ingresos. Es evidente que nos lo replantearemos", concluyó la vicepresidenta del Ejecutivo.