La guerra familiar y accionarial que sacude El Corte Inglés desde 2014 podría no terminar este domingo, con la celebración de la junta general de accionistas, la primera en 78 años que no será presidida por un miembro de la familia fundadora.

Salvo acuerdo in extremis, que ayer se descartaba, el intento de pacificación para que el expresidente Dimas Gimeno abandone el consejo (del que sigue siendo vocal) y renuncie a su relación laboral con la empresa a cambio de una indemnización millonaria ha sido rechazado por el sobrino de Isidoro Álvarez. Sus primas, Marta y Cristina Álvarez Guil, hijas adoptivas y herederas de Álvarez, forzarán la votación en el consejo y en la junta de mañana para imponer la expulsión de Gimeno del consejo.