La corporación municipal coruñesa reaccionó ayer al anuncio de Alcoa de cerrar la planta de A Grela en un pleno extraordinario que dejó tres mensajes claros. El primero, el rechazo al cierre y el respaldo total a los 400 trabajadores. "No estáis solos, hay una ciudad detrás", les aseguró el alcalde, Xulio Ferreiro. El segundo, la imagen inédita de unidad de los cuatro grupos municipales, tanto en la aprobación unánime de la declaración institucional de apoyo a todas las movilizaciones de los trabajadores, en la que piden la retirada del expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción, como en la sintonía mostrada en las intervenciones y en los gestos. Por otro lado, los grupos coincidieron en la necesidad de tomar medidas de fondo -fundamentalmente la regulación del marco energético- para paliar la sangría de empleos del sector industrial de los últimos años.

"Alcoa es una pieza fundamental en A Coruña y tiene que seguir siéndolo en el futuro", destacó el regidor, en apoyo a las 400 familias afectadas y a "muchas más" por empleos indirectos, añadió en defensa de "la riqueza y el empleo en la ciudad". Los representantes de los trabajadores de la fábrica de aluminio llegaron a María Pita a media mañana después de haber pasado por los despachos del delegado del Gobierno, Javier Losada, y del presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, en la delegación territorial de la Xunta. En la puerta del Ayuntamiento los esperaba Ferreiro acompañado por la portavoz del grupo popular, Rosa Gallego; el del socialista, José Manuel García, y la del nacionalista, Avia Veira.

Unanimidad

La armonía entre gobierno y oposición se trasladó al salón de sesiones, donde por una vez no se escuchó ningún reproche entre los concejales. "Pensamos que no es el momento de hacerlo", afirmó García. Marea Atlántica, PP, PSOE y BNG acordaron instar a la Xunta y al Gobierno a conformar un frente institucional común "en defensa del empleo, del mantenimiento de la actividad industrial en Alcoa y, en consecuencia, de la retirada del ERE", así como apoyar las movilizaciones de los trabajadores.

Durante las intervenciones, los concejales centraron el discurso en el problema eléctrico, que la empresa sitúa como secundario frente al estado obsoleto de las plantas de A Coruña y Avilés. El concejal de Emprego e Economía Social, Alberto Lema, recordó que la factura eléctrica supone el 40% de los costes de producción de Alcoa, por lo que ligó el conflicto directamente al marco energético español. En ese sentido, Lema recordó que en 1998 -año en que Alcoa compró la empresa pública Inespal- el Estado "renunció a regular el mercado eléctrico", por lo que carece de "una herramienta para bonificar a las industrias y sectores que es necesario fomentar". "Deberíamos tener tarifas especiales para industrias que queremos fijar en nuestro territorio", concluyó el responsable de Emprego, que criticó la ineficiencia del actual sistema de subasta de primas eléctricas y el lucro de las empresa de energía en el mercado libre.

En la misma línea, la portavoz del BNG, Avia Veira, reclamó "una solución para que la energía no sea un bien especulativo que salga a puja para que periódicamente la empresa pueda poner a los trabajadores a los pies de los caballos y amenazar con despidos colectivos". La nacionalista lamentó que "la historia de la energía en Galicia es la historia de un expolio" y recordó que Bruselas acaba de autorizar la rebaja de la luz a la industria vasca.

También el portavoz socialista coincidió en la necesidad de acometer cambios de fondo. "A Coruña tiene que presentar soluciones de futuro. El mundo no se acaba porque cierre una fábrica; vamos a intentar que esto no se produzca pero tenemos que ser capaces de construir planes alternativos para que la ciudad recupere el pulso de la generación de empleo", expuso García, para luego mostrar su apoyo a los trabajadores: "No se rindan ustedes. Nosotros los vamos a acompañar. No sabemos hasta dónde porque la situación es difícil", admitió.

La popular Rosa Gallego también quiso dar ánimos y recurrió para ello a la épica: "María Pita no se rindió y venció a los ingleses en 1589 y María Pita no se va a rendir y va a vencer a los americanos en 2018", afirmó en el pleno en alusión a la aluminera estadounidense. "Ánimo en esta lucha, vamos a estar todos juntos", insistió frente a un cierre que consideró una "decisión unilateral, injusta e inaceptable de Alcoa", una empresa "estratégica para A Coruña y Galicia". Gallego, que pasó de puntillas sobre los problemas de fondo del sector industrial, argumentó que si la planta de Alcoa está obsoleta es "por su culpa, porque no ha hecho mejoras desde 2014". "Que no se olvide de que se ha llevado mil millones en ayudas", reprochó la popular a la multinacional. Sobre el alto precio de la alúmina -materia prima para producir aluminio-, otro de los motivos aducidos por la firma para el cierre en A Coruña, Gallego apuntó que es la propia Alcoa la que la fabrica en la planta de San Cibrao (Lugo) y que gana dinero "a paladas" con ello.