El consumo interno sigue creciendo en Galicia y la demanda exterior va camino de batir el enésimo máximo histórico. Así que todo juega a favor de las empresas para que el negocio engorde y anime la cuenta de resultados. La facturación lo demuestra. Ronda ya los niveles precrisis. La venta de productos y la prestación de servicios alcanzaron los 92.400 millones de euros en 2016, según el último informe sobre el Impuesto de Sociedades -el principal tributo que pagan las empresas en función de sus beneficios- publicado por la Agencia Tributaria. Las casi 92.000 compañías asentadas en la comunidad que declararon el gravamen sumaron unas ganancias netas de 6.653 millones de euros, un 3,2% más.

Por mejorar, mejora hasta el número de firmas activas en la comunidad. En un solo año aumentaron en 5.241. De ellas, el 54,8% (50.383) arrojó un resultado plano o, directamente, está en números rojos: 2.990 millones de euros después de un incremento del 28% respecto a 2015. Parece mucho, pero es que en 2012 las pérdidas de las empresas gallegas en dificultades económicas ascendieron a 15.300 millones de euros.

El resto, 41.481, cerraron el ejercicio en positivo. Su resultado contable fue de 9.643 millones de euros, lo que supone un aumento de los beneficios del 11%. El año precedente se habían situado en 8.600 millones.

Comercio, reparaciones y transporte aportan cerca de 3.800 millones del beneficio neto total de las compañías de la comunidad. Es un 13% más que en 2015, según los datos de la Agencia Tributaria. Las compañías auxiliares que dan servicios a otras sociedades ganaron 1.528,7 millones de euros, con un recorte anual del 13,5%. La industria extractiva, la energía y las actividades de saneamiento y depuración de agua dejan la mejor evolución entre todos los sectores en Galicia. Las 1.497 empresas dedicadas a esto elevaron sus ganancias un 240%, pasando de 71,9 millones a 245,4. También fue muy notorio el comportamiento de las cuentas de las empresas agrícolas, de ganadería, silvicultura y pesca, que elevaron un 60,6% el beneficio, hasta los 145,2 millones de euros.

La industria gallega, con 7.796 firmas operativas, logró unas ganancias de 645,6 millones de euros en 2016 tras un alza del 20%. Las entidades financieras y las aseguradoras (1.628) alcanzaron los 375 millones de euros, un 6% menos que el año anterior. Cae también el resultado de las firmas de servicios sociales, un 28,6%, hasta los 23,5 millones; y se duplica en el caso del resto de empresas de otros servicios personales y de ocio, que se embolsaron alrededor de 52,8 millones de euros.

Hay dos sectores en negativo. Información y comunicaciones consiguieron reducir a la mitad sus números rojos, pero todavía pierden 33 millones de euros en conjunto. Y la construcción. El de 2015 parecía ser el año de la transición para el ladrillo gallego. Entonces lograron dejar los números rojos de vértigo acumulados durante la doble recesión, con un beneficio cercano a los 237 millones de euros. Pero el resultado en 2016 volvió a caer en picado: la construcción perdió en total 38 millones.

Hacía nueve años que las empresas gallegas no registraban una cifra de negocio tan alta. La facturación avanzó un 6,5%, con esos 92.392 millones de euros. El récord se remonta a 2007, justo antes del pinchazo de la economía, cuando las ventas superaron los 95.200 millones de euros.

En línea con el incremento del empleo, los gastos de personal en las compañías de la comunidad se incrementaron un 6,7%: 12.957 millones. Los financieros bajan a la mitad, con 645 millones. En Impuesto de Sociedades abonaron 1.421 millones, el 18% de su beneficio bruto.