La Fiscalía de Tokio acusó ayer formalmente al presidente de Renault y expresidente de Nissan, Carlos Ghosn, de no declarar parte de los ingresos acordados con la compañía japonesa durante cinco años, hasta marzo de 2015, y emitió otra orden de detención por cargos adicionales. Ghosn, de 64 años, fue detenido en Tokio el pasado 19 de noviembre, acusado inicialmente de esconder a las autoridades unos ingresos pactados de cerca de 5.000 millones de yenes (39 millones de euros).

Ayer expiraba plazo de detención provisional, y la fiscalía tendría que haber formulado la acusación formal. También tenía opción de presentar nuevos cargos contra él, algo que confirmó.