El clamor Alcoa non se pecha volvió a recorrer ayer A Coruña, a escasas horas para que la multinacional pueda ejecutar un ERE (expediente de regulación de empleo) de extinción que finaliza su negociación mañana. 3.000 personas, según la Policía Local, marcharon contra el cierre de las plantas de aluminio de A Coruña y Avilés, entre la plaza de A Palloza y la Delegación del Gobierno. Muchas de ellas, afectadas por los casi 700 despidos directos que plantea la aluminera, que amenazan a 400 familias coruñesas. Una docena de niños encabezó la manifestación con el lema Alcoa déixanos sen futuro, como Lucía, de diez años, y Diego, de cuatro. A su lado, su madre, Nuria, reconocía tener "miedo" porque esta vez "la empresa no está dejando ninguna salida y el Gobierno tampoco". Su pareja lleva 18 años trabajando en la fábrica y si Alcoa la desmantela se plantean hacer las maletas. Como ellos, los demás, unas 2.000 familias entre puestos directos e indirectos. " Queremos traballar e non emigrar" fue una de las consignas que más repitieron los manifestantes, que reclamaron la actuación del Gobierno para evitar el desmantelamiento industrial: " A solución, unha intervención" y " que volva Inespal, aluminio nacional", corearon los trabajadores en referencia a la empresa pública a la que pertenecieron las fábricas entre 1985 y 1998, antes de que la firma estadounidense se hiciera con ellas.

Descartada la posibilidad de que Alcoa dé marcha atrás en su decisión de deshacerse de las factorías de A Coruña y Avilés, la última esperanza de la plantilla pasa por la actuación del Ministerio de Industria. A su responsable, Reyes Maroto, dirigieron también sus mensajes los participantes en la protesta: "Ministra Maroto, no nos vendas la moto" y " Se non hai solución, Maroto dimisión", advirtieron.

42

Manifestación en defensa del empleo en Alcoa por las calles de A Coruña

Los afectados de Asturias, de amarillo, se desplazaron en autobuses para apoyar la movilización como los gallegos lo hicieron un día antes, cuando 2.000 personas clamaron contra el cierre en las calles de Avilés. Entre numerosas banderas gallegas y asturianas, ayer los manifestantes portaron carteles con mensajes como Dais despidos por subvenciones o " art. 128.2 xa, en referencia al artículo de la Constitución que establece que por ley "se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio [como lo es la producción de aluminio primario de Alcoa en España] y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general". Los participantes apelaron a este respecto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: "Échale huevos, Pedrito, échale huevos".

Tarifa eléctrica galega, reclamaba otra pancarta como solución a la inestabilidad y el alto coste de la energía para la industria. Entre humo naranja, bengalas y petardos, la plantilla estuvo arropada durante el recorrido por representantes de todos los partidos políticos y de los principales sindicatos. También por compañeros de otras factorías de la comarca, como Celsa y Ferroatlántica, afectadas por la inestabilidad del marco energético para la industria -de nuevo se oyó la petición " enerxía, solución"-. Los trabajadores de ferroaleaciones, tanto de Sabón (Arteixo) como de Cee-Dumbría, están amenazados por un ajuste de personal tras el mal resultado de la última subasta eléctrica y portaron pancartas con los mensajes Por unha enerxía competitiva y En defensa do emprego e a industria na comarca.

La movilización también estuvo apoyada por obreros de la fábrica de San Cibrao (en Cervo, Lugo), la única que Alcoa prevé mantener en España. Los empleados de A Mariña, que temen ser los siguientes en la política de desmantelamiento industrial de la multinacional estadounidense -se deshizo ya de otras cinco fábricas que compró a Inespal-, acudieron vestidos con chalecos amarillos con el mensaje San Cibrao, solución. Alcoa, despidos non.

El presidente del comité de empresa de Alcoa en A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, pidió al Gobierno que "cambie de actitud y dé un paso al frente". "Tiene que intervenir de una manera o de otra, dejarse de postureo. No nos vale la propuesta de la empresa que está encima de la mesa de ninguna manera y queremos saber si esa propuesta sale del Ministerio, como nos ha dicho la propia Alcoa, de la Xunta y del Principado", indicó a los periodistas el representante de la plantilla antes del inicio de la manifestación, que partió a las 12 de A Palloza y duró tres cuartos de hora.

Los sindicatos rechazan la última propuesta de la empresa de mantener una actividad parcial en la fábrica y 200 empleos durante seis meses a la espera de un inversor. La idea de parar la electrólisis de forma ordenada para que pueda ser recupera la actividad no da solución a unos 500 de los 686 trabajadores que actualmente trabajan en los centros en A Coruña (369 directos) y Avilés (317) ni garantiza el futuro de las plantas.

"Están hablando de un ERTE y un ERE posterior que llevaría a la extinción de los contratos en más de tres cuartas partes de la plantilla y la demolición del corazón de las fábricas", razonó el representante sindical, que espera que el Gobierno les comunique su "posición final" y que la Xunta les "convoque a una reunión" todavía pendiente para que las piezas se definan "en el tablero". "Nos sobran palmaditas en la espalda y falta que se tomen soluciones. Que intervengan y, si no quieren nacionalizar, que gestionen las plantas hasta que se busque una alternativa", indicó Corbacho.

"El secretario general de CCOO de Industria de Galicia, Víctor Ledo, señaló que "si el miércoles" [día siguiente a la finalización del periodo de consultas del ERE] Alcoa "ejecuta el Expediente de Regulación de Empleo se estará riendo de la clase política de este país". Por su parte, el secretario general de CIG, Paulo Carril, pidió al Gobierno que "se coloque, de una vez por todas, de forma clara" porque, si no, será también "culpable" de la situación de las plantas de A Coruña y Avilés.

En nombre de la plantilla asturiana, Daniel Cuartas, de UGT, afirmó que los empleados mantienen la "intensidad del primer día", con el objetivo de "revertir la situación" porque "no puede ser que el Gobierno continúe con el inmovilismo, tiene que pasar a la acción".

También el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, urgió al Ejecutivo a actuar. "No sería bueno, hasta que se encuentre una solución definitiva, un nuevo inversor y una continuidad a largo plazo de la planta, comenzar con desnudos o troceando la planta o parando la actividad", alertó el regidor, quien abogó por "garantizar que la planta continúe manteniendo plena actividad", para lo que a su juicio el Gobierno "tiene que seguir intentando buscar soluciones, forzando a Alcoa y utilizando todos los medios para que no se desentienda de esta planta con un cierre gradual que probablemente nos abocaría a un cierre definitivo dentro de un tiempo".

El secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, puso el acento en la empresa, que recibió "cientos de millones de euros de apoyos públicos" y por lo tanto, aseguró, "tiene que entender, por responsabilidad social, que hay que encontrar una solución colectiva".

La candidata del Partido Popular a la alcaldía de A Coruña, Beatriz Mato, replicó el mensaje de la Xunta al centrarse en la reclamación de un nuevo marco energético. Mato defendió que le compete al Gobierno de Pedro Sánchez "única y exclusivamente" encontrar una solución. "Esperamos que el Gobierno del PSOE le dé una respuesta a Alcoa y también a todas las industrias electrointensivas, porque este puede ser el primero de otros muchos casos que le pueden afectar a la industria gallega", alertó.

También el portavoz de En Marea, Luís Villares, quiso hacer un llamamiento, por un lado, a la multinacional, para que paralice el ERE extintivo y se produzca un escenario de seis meses donde se pueda seguir negociando la viabilidad de la compañía y, por otro lado, al Gobierno, al que le ha pedido "que se implique activamente" en la búsqueda de un inversor y "como alternativa" en "utilizar la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para ponerse en la posición del antiguo propietario en el caso de que este decida no continuar". Por su parte, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, advirtió de que Galicia "no puede continuar destruyendo empleo industrial" y urgió la intervención de las fábricas.

Los sindicatos, que pretenden que el Estado gestione las plantas hasta conseguir una alternativa empresarial que reanude la actividad, intentarán ser recibidos esta mañana en el Ministerio de Industria, antes de participar en la penúltima reunión de negociación del ERE.

Los manifestantes corearon cánticos cargados de rabia dirigidos a la empresa: " Fóra ianquis, pandilla de mangantes", "Que se vayan, diles que se vayan de una puta vez" o " Pulpeiro, o ERE ti primeiro", en referencia al director de la fábrica de aluminios de A Grela. Repitieron también la consigna que mantienen desde que Alcoa anunció el cierre el pasado 17 de octubre: " Isto é a guerra, Alcoa non se pecha".