Galicia cerró 2018 con 148.900 desempleados, 33.200 menos que el año anterior, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El dato de la caída de parados es parejo al de creación de empleo, al constatar un incremento de 32.300 ocupados respecto a 2017. Por sexos, el número de hombres ocupados creció en 16.700 (+3%), hasta alcanzar los 568.300. Las mujeres ocupadas subieron en 15.700 (+3,1%) y suman 519.800. En total, Galicia registra 1.088.100 ocupados.

La creación de empleo tiene un nombre propio: los servicios. Casi 40.000 gallegos se incorporaron en 2018 a las actividades de un sector que engloba al comercio o la hostelería, entre otros; seguido a mucha distancia por la construcción, que generó 1.300 nuevos ocupados. Frente al comportamiento positivo de los anteriores, la industria y la agricultura lideran la destrucción de empleo con 3.600 y 5.400 trabajadores menos que en 2017. La conclusión es que el proceso de terciarización de la economía gallega sigue en marcha a costa de los sectores primario e industrial. En este último caso, a costa también del objetivo marcado por la Unión Europea (UE) de que la industria alcance el 20% del peso del PIB en la economía.

Galicia, por consiguiente, remata el año con una tasa de paro del 12%, 2,7 puntos menos que un año antes (cuando estaba en el 14,7%), lo que supone volver a niveles de hace una década y acercarse al porcentaje de desempleo de un país como Turquía (11,6%). De este modo, 2018 es el año que termina con menor número de parados en la comunidad gallega desde 2008, año que cerró con 127.700 desempleados. El primer trimestre de 2009, en los albores de la crisis, la cifra de desocupados computados por la EPA en Galicia ya alcanzaba los 161.000. Asimismo, 2018 también constituye el quinto año consecutivo con el paro a la baja, en un descenso que comenzó hace cuatro años. La población activa (1.237.000) cae en 900 personas respecto a 2017.

Haz click para ampliar el gráfico

La tasa de paro gallega se sitúa dos puntos por debajo de la media española (14,45%), en un mapa donde se dibujan nítidamente dos Españas: la del norte, formada por comunidades con porcentajes de desempleo inferiores a la media y la del sur, con niveles superiores.

En España, el paro descendió en 462.400 personas en 2018, lo que supone un 12,3% menos que en 2017, registrando su sexto descenso anual consecutivo y su nivel más bajo en los últimos diez años. No obstante, este retroceso es inferior a los experimentados en los cuatro años anteriores, aunque superior al de 2013, cuando el desempleo bajó en 85.400 personas.

Por su parte, el empleo creció en 2018 en 566.200 personas, casi un 3% respecto a 2017, logrando su quinto aumento anual consecutivo y el mayor aumento desde 2006, cuando se generaron en España 686.200 puestos de trabajo. De esta forma, 2018 cerró con 19.564.600 ocupados y 3.304.300 parados en el conjunto estatal.

El desempleo bajó en dieciséis comunidades autónomas, especialmente en Cantabria, y sólo subió en Navarra, el 5,90%. En comparación con el resto de comunidades, Galicia se sitúa como la cuarta en que más se redujeron los parados el pasado año (-18,22), solo por detrás de Cantabria (-30,07), Castilla y León (-18,46) y Castilla-La Mancha (-18,59). Respecto a la ocupación, es el octavo mayor incremento en una subida generalizada.

En Galicia había 873.300 personas asalariadas en el cuarto trimestre de 2018, 646.500 con contrato indefinido y los 226.800 restantes con contrato temporal. Respecto al trimestre anterior se registran 2.400 asalariados más con contrato indefinido (+0,4).

El número de personas sujetas a un contrato temporal cae en 8.600 efectivos, lo que entraña una bajada del 3,7% respecto al tercer trimestre de 2018. En variación interanual, las personas con contrato indefinido se incrementaron un 5,3% y las que cuentan con contrato temporal aumentaron un 1,0%.

De los 317.900 jóvenes gallegos de entre 16 y 29 años, 122.300 (el 38,5%) están ocupados, 33.400 (el 10,5%) son parados y los 162.100 (el 51%) restantes son inactivos.

La tasa de ocupación de este colectivo se sitúa en el 38,5% en el cuarto trimestre de 2018. Frente al trimestre anterior disminuye 0,5 puntos; con respecto al mismo trimestre del año 2017 aumenta, por el contrario, 1,8 puntos. La tasa de paro juvenil se sitúa en el 21,5% en este trimestre; disminuye 2,3 puntos respeto al trimestre anterior. En comparación con el cuarto trimestre de 2017 disminuyó 4,8 puntos.

El 73,4% de los ocupados jóvenes trabaja a jornada completa. Con respeto al tercer trimestre de 2018, esta cifra se reduce un 6,1%, mientras los de jornada parcial aumentan en 3.900 personas. En comparativa interanual, se incrementan tanto los que trabajan a jornada parcial (en 2.800 personas), como a jornada completa (en 1.900 personas). La tasa de temporalidad se sitúa en el 57,5%. El número de jóvenes con contrato indefinido aumentó un 6,7% frente al trimestre anterior y un 15,4% respecto al mismo trimestre de 2017. El número con contrato temporal cayó un 7,8% en comparación al trimestre pasado y un 1,5% respecto al cuarto trimestre de 2017.