El cierre de la venta de las fábricas de aluminio de Alcoa de A Coruña y Avilés al fondo suizo Parter y la anulación del ERE (expediente de regulación de empleo) que afecta a sus 700 trabajadores pende de una última formalidad: la firma de los comités de empresa que la multinacional insiste en exigir para concluir el proceso. Al cierre de esta edición, la compañía y los sindicatos continuaban discutiendo la redacción del documento para zanjar el conflicto.

En la reunión iniciada a las 15.00 horas de ayer, Alcoa mantuvo el texto del acta de finalización de las negociaciones que entregó anteayer a los sindicatos, a los que dio de plazo hasta el domingo para dar su aprobación. A lo largo de la tarde, las partes avanzaron en la redacción de un texto de consenso. Los comités no quieren que el texto limite sus posibilidades futuras de denunciar el proceso.

El documento tiene el respaldo de casi todas las partes, incluidos los abogados de CCOO, aunque sigue sin el beneplácito del comité de Avilés. El texto, fundamental según Alcoa para que su cúpula en EEUU dé luz verde a la venta, constituye un acta de finalización del ERE. Según fuentes próximas, la empresa no descarta que si los sindicatos no aceptan el texto y no se vuelve a ampliar el plazo, el despido se ejecute el lunes.

En la reunión del miércoles, los sindicatos presentaron a la multinacional un texto alternativo „que incluía modificaciones en la subrogación del personal„ que fue rechazado por la compañía. Alcoa incluye cuatro cláusulas y un relato de los hechos, que hace referencia a que las partes reconocen que Alcoa ha seguido el proceso de venta según lo acordado „un punto en el que los sindicatos han trasladado sus matizaciones„, que se ha pospuesto hasta agosto la ejecución del despido colectivo, que el apoyo financiero de Parter es una condición suspensiva o que antes del 7 de julio se tiene que suscribir el contrato de compraventa. Además, el texto recoge que el próximo 1 de agosto se informará del proceso al Ministerio de Industria.

El documento señala que si el 31 de julio Parter „al que se le han exigido más garantías de liquidez„ cuenta con el apoyo financiero exigido no se procederá al ERE, mientras que en el caso contrario el despido se ejecutará a partir del 1 de agosto.

El Ministerio de Trabajo considera que el texto es asumible para los sindicatos ya que no introduce obligaciones distintas a las que se acordaron el 15 de enero. Fuentes de Alcoa indican que las dificultades para la ratificación responden a que todo el mundo quiere salvaguardar su posición y consideran que la ratificación es importante para todos.

El conflicto de Alcoa desencadenó ayer un rifirrafe entre el secretario xeral del PSdeG y el presidente de la Xunta. Gonzalo Caballero criticó que Alberto Núñez Feijóo "jugó a incendiar en momentos de enorme dificultad" cuando aseguró que no había compradores para las fábricas. Por su parte, Feijóo responsabilizó al Gobierno central del problema industrial en Galicia.