Alcoa, el mayor productor estadounidense de aluminio, registró unas pérdidas de 199 millones de euros en el tercer trimestre de 2019, frente a los números rojos de 5,4 millones del mismo periodo del año pasado, tras asumir un impacto extraordinario de 121 millones de euros por la venta de sus plantas en A Coruña y Avilés al fondo Parter, informó la empresa, que anunció un nuevo plan de ajuste. "En nuestro segmento de aluminio, desinvertimos con éxito en las plantas de A Coruña y Avilés en España, eliminando así de nuestra cartera capacidad históricamente no competitiva", declaró el presidente y consejero delegado de Alcoa, Roy Harvey.

En este sentido, el vicepresidente y director financiero de la multinacional, William Oplinger, apuntó durante una conferencia con analistas que en España la compañía perdía entre 63 y 72 millones de euros. A su juicio, estas se han podido suprimir con la venta de las plantas.

En los nueve primeros meses de 2019, la compañía estadounidense registró pérdidas por importe de 742 millones de euros, en contraste con las ganancias de 180 millones del mismo intervalo de 2018. Los ingresos de Alcoa entre enero y septiembre alcanzaron los 7.220 millones de euros, un 20,5% menos que un año antes, incluyendo una facturación de 2.317 millones de euros en el tercer trimestre de 2019, un 24,3% menos. La multinacional estadounidense señaló en la presentación de sus cuentas del tercer trimestre que, además del impacto por la desinversión de sus plantas españolas, también contabilizó un cargo extraordinario de 33 millones de euros por costes de reestructuración ligados a la implementación de su nuevo modelo operativo. De este modo, sin tener en cuenta el efecto de los atípicos contabilizados, Alcoa habría registrado pérdidas por importe neto de 74 millones de euros, frente a un resultado de 1,8 millones de euros en el mismo trimestre de 2018.

Por otro lado, coincidiendo con la publicación de sus cuentas trimestrales, Alcoa anunció que durante los próximos años llevará a cabo una revisión de su cartera de activos con el objetivo de reducir los costes y alcanzar una rentabilidad sostenida. De este modo, en los siguientes 12 a 18 meses la compañía pretende llevar a cabo desinversiones de activos no estratégicos con el objetivo de lograr plusvalías netas de entre 451 y 902 millones de euros. Asimismo, durante los próximos cinco años, Alcoa planea realinear su cartera de operaciones y ha puesto en revisión alrededor de 1,5 millones de toneladas métricas de capacidad de fundición y otros 4 millones de toneladas métricas de capacidad de refino de alúmina.

Ante esta posibilidad, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se reafirmó ayer en que "hay riesgo de cierre" de las plantas de Alcoa que aún mantiene en A Mariña (Lugo) e insistió en la necesidad de garantizar cuanto antes unos precios competitivos para la industria de gran consumo energético. En su opinión, cada minuto que pase sin aprobar o al menos conocer las medidas previstas en el estatuto del consumidor electrointensivo por parte del Gobierno "es un minuto más de situación de extraordinaria complejidad" para la comarca.