Los empresarios familiares de España apremian a recuperar la normalidad en Cataluña al advertir que es "muy peligroso" que se proyecte en el tiempo la imagen de inestabilidad y violencia desatada en las últimas dos semanas ante los clientes e inversores internacionales. Lo enfatizó ayer el presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Francisco J. Riberas, en la inauguración del XXII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que contó con la asistencia del Rey Felipe VI. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se borró de la ceremonia de clausura, que tiene lugar hoy en Murcia. Riberas puso también el acento en la necesidad de tomar decisiones en materia económica "sin dilación" y para ello, aseveró que es "imprescindible un Gobierno estable". El evento, organizado por el IEF, con la colaboración de la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur) y patrocinado por el Banco Santander y KPMG, reúne a más de 600 empresarios familiares de toda España. "Es preciso recuperar la normalidad lo antes posible, ya que es muy peligroso proyectar esta imagen ante los clientes y las protestas de los últimos días", acentuó Riberas al respecto, en relación con las protestas y los altercados que se están produciendo en esta comunidad autónoma desde que se dictó la sentencia condenatoria contra los responsables del 1-O. Asimismo, Riberas afirmó que los empresarios familiares saben "crear empleo y riqueza" y pueden ayudar en la construcción del plan estratégico que como país debe tener en España de cara al futuro. Durante su discurso, Riberas se refirió a los afectados por las inundaciones de la DANA y expuso que estos sucesos ponen de manifiesto la importancia de afrontar el problema del cambio climático para las generaciones venideras.

Con motivo del congreso la Empresa Familiar divulgó una encuesta realizada entre sus asociados, que evidencia el aumento del pesimismo sobre la situación económica del país. El estudio arroja una nota de 5,33 puntos al actual contexto, frente a los 5,48 puntos de 2018, y son mayoría los que auguran un crecimiento frágil de la actividad sin creación neta de empleo. Dos de cada tres empresarios (63%) responden que el crecimiento a corto plazo será "frágil sin creación neta de empleo" „en 2018 fue el 41%„