España puede funcionar sin quemar carbón. Lo demostró este fin de semana. Durante todo el sábado ninguna central térmica de carbón aportó energía al sistema eléctrico peninsular para cubrir la demanda y el domingo ocurrió lo mismo hasta las 22.00 horas de la noche, según los datos diarios de seguimiento de la demanda de Red Eléctrica de España (REE). El fin de semana sin carbón constituye un registro inédito y fue posible gracias a las condiciones meteorológicas favorables para la generación eléctrica con renovables y al respaldo de las centrales nucleares, y en el caso de la comunidad gallega, a que la generación de Meirama y As Pontes está paralizada y a que la industria de gran consumo (electrointensiva) estaba muy lejos de su pleno rendimiento. Un ejemplo: las cubas de electrólisis de la fábrica de aluminio de Alu Ibérica en A Coruña, la antigua Alcoa, una de las mayores consumidoras de energía de la comunidad, siguen apagadas ya que el nuevo propietario de la factoría de A Grela solo opera con la fundición.

La pérdida de protagonismo de las térmicas de carbón coincidió ayer con la marcha en demanda de una transición energética justa, que escribió su epílogo en A Coruña. La capital herculina fue la última de las tres etapas en defensa del empleo en las comarcas afectadas por la paralización de la central térmica de Endesa.

La movilización comenzó pasadas las 11.00 horas en el puente del Pasaje y transcurrió hasta la calle Rosalía de Castro, donde se encuentra el Viceconsulado de Italia. El Estado italiano es el principal accionista de la energética Enel, propietaria de Endesa y de la térmica de As Pontes.

Según la Policía Local, los marcha provocó retenciones de tráfico, sobre todo a su paso por la avenida de Alfonso Molina.

El alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, subrayó que el apoyo social para garantizar la continuidad de los empleos en la central de Endesa "no decae", en alusión a la presencia de representantes sociales, empresariales y políticos entre los 250 participantes en la movilización de ayer. "Estamos de acuerdo en la lucha contra el cambio climático, pero exigimos una transición justa", aseguró Formoso, quien pidió a la empresa "voluntad" para garantizar la continuidad de los puestos de trabajo. Más de 700 familias dependen de la central si a los trabajadores de la plantilla se suma el personal de las empresas auxiliares y los transportistas del carbón.

"Ahora mismo están en marcha procesos de evaluación", manifestó el alcalde pontés sobre la posibilidad de una reconversión de la central térmica a las energías renovables, a través de los biocombustibles. "Pero depende de la voluntad de la empresa", aseveró al asegurar, al hilo de ello, que "pone todo tipo de trabas".

Por ello, exigió a Endesa que "esclarezca lo más rápido posible el futuro del complejo y las alternativas de funcionamiento y de reactivación industrial".

Por otra parte, Formoso confirmó que el vicecónsul italiano, que no estaba ayer en la ciudad herculina, le trasladó que se desplazará la próxima semana a As Pontes para reunirse con los representantes de esta movilización.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Transportistas de Carbón de As Pontes, Manuel Bouza, adelantó que el colectivo mantendrá una reunión para analizar la posibilidad de acudir a los juzgados. "Tenemos derecho a reclamar, llevamos meses parados y tenemos un contrato de trabajo, no vamos a rendirnos", afirmó al explicar los argumentos por los que no descartan acudir a los tribunales. Asimismo, instó a la propietaria de Endesa, la italiana Enel, a no "arruinar a todos antes de tomar decisiones", indicó al subrayar que la situación de la central afecta de forma directa o indirecta a todo el municipio.

Mientras, el presidente del comité de empresa de Endesa-As Pontes, Luis Varela, instó a las administraciones a que "fuercen a la empresa" para concretar una salida. "Es la que nos está poniendo trabas", remarcó.

Como en otras localidades, en coincidencia con el fin de la marcha, se fijó una reunión con la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, motivo por el que, tras la concentración ante el Viceconsulado, los participantes se desplazaron hasta María Pita.

Feijóo, "sin garantías"

Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer que su homólogo estatal, el socialista Pedro Sánchez, se ha comprometido, en la conversación telefónica que mantuvieron ayer, a que si es preciso hará "una gestión personal" con la multinacional estadounidense Alcoa para tratar de evitar que la planta de San Cibrao cierre. Pero también aseguró que "no diría la verdad" y "faltaría al rigor" si afirmase que tiene "garantías" para los trabajadores de Alcoa en San Cibrao y para la planta térmica de Endesa en As Pontes.