Galicia perdió 16.784 autónomos durante la última década, concretamente entre noviembre de 2009 y de 2019, según el informe elaborado por la Asociación de Trabajadores por Cuenta Propia (ATA) a partir de los últimos datos facilitados por la Seguridad Social. Los 226.309 autoempleados de hace diez años se han quedado en 209.525, lo que supone una caída en términos relativos del 7,4%. Este descenso contrasta con la evolución positiva en el conjunto de España, que suma 104.851 nuevos autónomos en el mismo periodo analizado y alcanza los 3.270.358 trabajadores por cuenta propia.

Esta merma de 16.784 autónomos sitúa a Galicia como la segunda comunidad con mayor pérdida de autoempleados, tan solo superada por Castilla y León (-17.914 autónomos). "Las cifras evidencian que las comunidades que más sufren la despoblación son las que más autónomos pierden; no sabemos si es causa o consecuencia, lo que es evidente es que Galicia no se puede permitir perder tantos autónomos", asegura Rafael Granados, presidente de ATA Galicia. Los autoempleados "vertebran el territorio y dan sentido al medio rural", explica Granados.

Precisamente el rural gallego es el más castigado por esta caída de trabajadores por cuenta propia. "Por rama de actividad se observan diferencias significativas entre los sectores tradicionales y otros más innovadores", señala el informe de ATA.

Así, mientras que los primeros pierden afiliados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) „casos de la agricultura (con un descenso de 14.886 autónomos), la construcción (-5.531), el comercio (-3.867), la hostelería (-2.367) y la industria (-2.235)„ , otras categorías como las actividades profesionales científicas y técnicas (+4.613 autónomos), la educación (+2.354 autónomos) o las actividades sanitarias (+2.277 autónomos) suman nuevos autónomos. El caso de la agricultura resulta "especialmente grave", señala Granados, porque supone casi el 50% de los 29.995 autónomos que cesaron su actividad en la comunidad gallega durante la última década. El hecho de que una de cada dos bajas afecten al sector agrícola "habla a las claras", según Granados, de la necesidad de "elaborar de forma urgente" un "plan de reactivación" en la Galicia rural. "Es vital que el interior cuente con infraestructuras físicas y virtuales además de servicios para que los jóvenes puedan encontrar el bienestar personal y económico", asegura Granados. "Cerrar paritorios como el de Verín es una mala medida porque se necesita justo lo contrario, esto es, facilidades para fomentar la natalidad", apunta. "Si en el rural pierdes habitantes y agricultores, después viene el cierre de comercios, todo está relacionado", señala. El comercio es la tercera actividad que más cae (supone el 13% del descenso total) por detrás de la construcción (18%).