El 86,1% de los trabajadores que residen en el municipio de A Coruña se dedica al sector servicios, según los datos de afiliaciones a la Seguridad Social al cierre de 2019. La radiografía del mercado laboral por concellos que publicó ayer el Instituto Galego de Estatística (IGE) evidencia la excesiva terciarización de la economía de la ciudad. Este predominio del que economistas y organismos llevan tiempo alertando se intensifica: en el último lustro la tasa de terciarización del empleo ha pasado del 85% al 86,1% (1,1 puntos porcentuales más). Es la segunda más alta entre los 314 municipios gallegos, solo superada por Santiago (86,9%), y está 13,5 puntos por encima de la media gallega, que se sitúa en el 72,6%.

La estadística del IGE muestra una mejora del empleo coruñés del 9,4% en los últimos cinco años y del 1,1% en el último ejercicio. De los 9.1081 trabajadores registrados en diciembre de 2018, la ciudad pasó a 92.087 el mes pasado; un millar de afiliados más. El sector servicios acapara 79.318 altas laborales. Su hegemonía deja poco espacio al resto de actividades. La industria se retrae y ya solo sostiene 7.396 puestos de trabajo, el 8% del total (en 2014 era el 8,4%). La construcción da de comer a 4.555 coruñeses (algo menos del 5% de quienes trabajan), con lo que se mantiene en tasas similares a los últimos cinco años. A gran distancia de los otros tres sectores, el primario genera un ínfimo 0,74% del empleo del municipio, donde 683 personas viven de la agricultura y „sobre todo„ de la pesca. Su importancia ha crecido levemente en el último lustro (el 2014 suponía el 0,72%).

La situación del empleo en el mercado laboral gallego es desigual. Ayuntamientos de A Costa da Morte y del sur de la provincia de Ourense registran las mayores tasas de afiliaciones en el sector de la construcción, muy por encima de la media gallega (que es del 7,3%). En Pontedeva (Ourense) este porcentaje alcanza el 19,8%, mientras en el concello coruñés de Cabana de Bergantiños es del 19,7%.

El sector servicios tiene un mayor peso en las siete ciudades y sus municipios limítrofes, pero distintos grados de terciarización. Con un peso del 78,7%, Vigo es la ciudad gallega menos dependiente de los servicios, seguida de Lugo (79,3%) Ferrol (79,6%), Ourense 81,7% y Pontevedra (81,9%). Las cinco están a cierta distancia de A Coruña (86,1%) y Santiago (86,9%). La capital gallega intensifica su perfil terciario por los servicios públicos que concentra (principalmente Xunta y universidad) y el turismo. En A Coruña, el comercio, las finanzas, la hostelería y otros servicios sustentan las nóminas de casi nueve de cada diez trabajadores.

El bajo peso de la industria es la otra cara de la moneda de la fortaleza del sector servicios. Vigo tiene un 16,3% de empleo industrial, más del doble del que tiene A Coruña (8%). Es la tasa más alta entre las siete ciudades y supera la media de la comunidad (14%).

En cuanto al sector primario, el municipio con mayor peso A Illa de Arousa, donde el 48,4% de los trabajadores se dedica a esta actividad, gracias a los recursos del mar. Después, municipios del interior de Lugo registran las mayores tasas (a excepción de la capital de la provincia, Rábade y Monforte), así como en las comarcas coruñesas de Xallas, Terras de Melide y Arzúa, y en la comarca de O Deza (Pontevedra). Todos ellos vinculados a la agricultura. En conjunto, Galicia cerró 2019 por encima del millón de afiliaciones a la Seguridad Social, con un alza del 1,3% respecto a hace un año.