Los trabajadores de la pesquera coruñesa Isidro 1952, antigua Isidro de la Cal, asistieron anteayer a una asamblea "dramática". Así calificó el encuentro la presidenta del comité de empresa, Olga Rodríguez (CIG), después de trasladar a sus compañeros la determinación del administrador concursal, Ramón Juega Cuesta. Este ha decidido aceptar el expediente de regulación de empleo (ERE) planteado por la dirección de la compañía y que afecta a 131 trabajadores, casi el 60% de la plantilla. A partir de ahora, la negociación y posterior ejecución de los despidos pasa a la jueza de lo Mercantil.

"La plantilla está al límite, en algunos casos la palabra es desesperación", precisó ayer Rodríguez al señalar que los empleados acuden cada día a su puesto de trabajo "sin ver un euro" desde hace meses. Isidro 1952 adeuda a sus más de 220 empleados la mitad de la nómina de noviembre y las de diciembre y enero. "Hay quien tiene problemas para pagar la luz y quien ya ha recibido la advertencia de su casero de que o paga o se va a la calle", narró la presidenta del comité de empresa. En este sentido, Rodríguez se mostró ayer "muy preocupada" porque el administrador concursal "no nos ha dado garantías de cobro" tras la reunión mantenida con Ramón Juega. "Nos dijo que solo hay 3.000 euros en caja", apuntó la sindicalista. Ante semejante falta de liquidez, el comité de empresa entiende que el ERE se ejecutará por "la vía rápida".

Producción mínima

Según los trabajadores, el administrador concursal entiende que la compañía debe aligerar la plantilla porque la carga de trabajo ha caído en picado. La producción es mínima, "apenas 2.000 bandejas al día", y eso que Isidro 1952 cuenta con una de las mejores plantas de procesado de sushi de España, situada en el polígono de Espíritu Santo (Cambre). El criadero de besugo desarrollado por la compañía también es pionero a escala internacional, aunque en este caso los empleados sostienen que la población existente en las jaulas de Lorbé „con más de un millón de peces„ se reduce gradualmente porque la empresa no la alimenta desde octubre. Ante esta situación, ya el comité de empresa exigió el mes pasado la "búsqueda de una solución urgente" para reactivar el criadero de besugo, ya que se trata de uno de los recursos más importantes de la firma y uno de los grandes reclamos a la hora de encontrar un inversor. Buena prueba de ello es que hace justo un año „el pasado 19 de febrero de 2019„, el consejero delegado de Isidro 1952, Pablo García-Gascó, firmó un acuerdo de colaboración con la compañía gallega Nueva Pescanova para la comercialización en exclusiva durante los próximos cinco años de dos de los productos de acuicultura que cultiva la pesquera coruñesa: besugo y rodaballo. Además de Lorbé, Isidro 1952 también dispone de criaderos en Valdoviño, Carballo, Baio y Ouro.

La decepción es "máxima" en estos momentos entre los empleados de Isidro 1952 porque esperaban que, una vez entrada la empresa en concurso de acreedores, el administrador retiraría el ERE y posibilitaría el pago de las nóminas. "Confiábamos en que se retirara" el expediente de extinción, declaró ayer la presidenta del comité de empresa, Olga Rodríguez, que planteaba la posibilidad de aplicar un ERTE (despido temporal) de forma escalonada al tiempo que se tomaran las medidas necesarias para recuperar la producción y buscar un inversor.