Alcoa ha trasladado a los trabajadores de la planta de Cervo (Lugo) que está dispuesta a “explorar de nuevo” la venta a la sociedad estatal de participaciones industriales (SEPI) si termina la huelga indefinida que dura ya unos tres meses.

Así consta en una comunicación a los empleados del presidente de la multinacional en España, Álvaro Dorado, quien señala como objetivo “encontrar una solución” a la factoría de A Mariña.

Ayer, la compañía comunicó al comité de empresa que “está dispuesta a explorar de nuevo su venta a la SEPI, tal y como el Gobierno y los representantes de los trabajadores han venido demandando, en la medida en que la huelga se dé por terminada y el proceso pueda desarrollarse en un ambiente de normalidad y paz social”.

Por eso, convocará al comité a una reunión este jueves. “Alcoa, como siempre, continúa abierta al diálogo tanto con los representantes de los trabajadores como con los representantes institucionales, y mantiene su compromiso de asegurar el mejor resultado posible para sus trabajadores”, aseguró.

Fuentes de la empresa señalaron a Europa Press que esta disposición a dialogar está supeditada a que la operación se negocie “en términos comerciales razonables de venta dentro de este sector”.

Las decisiones judiciales en contra de la empresa y a favor de las demandas de sindicatos y comité han marcado los últimos meses en el conflicto abierto por la intención de la multinacional de cerrar la fábrica de aluminio. Así, primero la justicia adoptó como medida cautelar la imposibilidad de que Alcoa parase la cuba y luego declaró nulo el despido colectivo para más de medio millar de trabajadores. Alcoa comunicó un día antes de la pasada Nochebuena su decisión de recurrir ante el Supremo esta última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG).