CCOO y UGT han vuelto a salir a la calle y a activar sus movilizaciones tras casi un año confinados por la pandemia. Las centrales vieron cómo el virus dejaba en barbecho las mesas del diálogo social en las que empezaban a abordar una primera derogación de la reforma laboral del PP. Hasta el punto de que el Primero de Mayo de 2020, en el que esperaban celebrar una primera victoria en ese sentido, lo tuvieron que reivindicar telemáticamente y sin marchas en las calles.

Ayer las centrales con representación mayoritaria llevaron a cabo concentraciones en 50 ciudades bajo el lema Ahora sí toca, con el objetivo de presionar al Gobierno para que acelere la derogación de la reforma laboral y retome la subida del salario mínimo. “O hay BOE o las movilizaciones no han hecho más que empezar”, afirmó el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. La concentración en Madrid tuvo lugar frente al edificio del Ministerio de Economía, dirigido por Nadia Calviño, representante del ala más contraria a varias de las tesis sindicales.

Se cumplían ayer, 11 de febrero, nueve años y un día desde que el Gobierno del PP, presidido por Mariano Rajoy, dio vía libre en el Consejo de Ministros a la aprobación del real decreto con las líneas maestras de su reforma laboral.