Carlos Fernández es el subdirector de la Cámara de Comercio de A Coruña y el responsable del Plan de Apoyo al Comercio Minorista con el que la entidad impulsa la innovación de los establecimientos minoristas de la comarca. Incorporar soluciones tecnológicas adecuadas al tamaño y perfil de cada negocio es, según defiende este experto, clave para que un pequeño comercio sea competitivo.

¿La receta es la misma para cualquier negocio? ¿Cómo se puede posicionar un pequeño comercio? Porque internet es una jungla...

Totalmente. Nosotros lo que hacemos es diagnosticar el establecimiento comercial. Tenemos una metodología sistematizada para elaborar un informe de recomendaciones en innovación y nuevas tecnologías. Después, en la Cámara tenemos otros programas con ayudas directas, hasta 4.900 euros por empresa, para acometer esas mejoras de modernización tecnológica. Cada establecimiento es un mundo y está en un punto distinto de partida. Algunos no tienen ni presencia en internet y deben empezar por tenerla. A otros les recomendamos sistemas de pago, ciberseguridad o incluso integración en plataforma logística.

¿Ese diagnóstico es crucial o cualquier comerciante puede activar su tienda online por su cuenta?

Siempre puedes hacer las cosas por tu cuenta pero es mucho más sencillo cuando un profesional te orienta sobre dónde vas a funcionar mejor y qué puede ser más urgente. La clave está en saber adaptar el comercio online al modelo de negocio de cada uno. Hay herramientas de gestión que permiten que un pequeño comercio puedan operar de manera similar a como lo hace una gran compañía. Una cosa es tener un escaparate en internet y otra tener una solución de comercio electrónico. Se necesita un sistema de pago con garantía, un sistema de gestión interno para dar salida a los pedidos y un sistema de reparto adaptado al ámbito de reparto. Tienes que tener un sistema integrado de logística. Para eso están las soluciones de comercio electrónico y cuando eres un pequeño comercio puedes integrar tu tienda online en una plataforma.

¿Qué errores ven con más frecuencia en los comercios?

El principal problema es el desconocimiento. El comerciante no tiene por qué saber de tecnología TIC y muchas veces el día a día no deja tiempo suficiente para dedicarse a soluciones que son muy útiles y te abren hueco de mercado a medio plazo. Te hacen mucho más ágil porque mejoran procesos internos, pero requiere dedicación. Recomendamos externalizar, igual que cuando tienes un problema legal.

¿Qué tres recomendaciones le daría ahora al propietario de un pequeño comercio?

Lo primero, como en cualquier negocio, es estar siempre atento a cómo evoluciona el mercado para poder estar preparado ante posibles cambios porque si no, te quedas obsoleto. Lo segundo, tener capacidad para adaptarse a esos cambios para poder satisfacer la demanda de los consumidores. Por ejemplo, cómo los ultramarinos se han ido transformando en tiendas especializadas. En tercer lugar, integrar la digitalización y la innovación en la cultura de la empresa para ser realmente competitivos, para serlo ahora y también en el futuro. En un comercio de ropa una cosa que nadie pone en cuestión la atención al cliente. Pues hay que tener claro que innovar y digitalizar la empresa es tan importante como la atención al cliente, porque te va a hacer llegar a más clientes y también te va a beneficiar a nivel de gestión, ya que acabas teniendo todo integrado y eso te ahorra un montón tiempo y de costes y al final te puedes dedicar al core de tu negocio.