El sector de la moda empieza el año muy tocado por las restricciones que todavía limitan el comercio en muchos países para combatir la pandemia de coronavirus. Limitación de aforos, reducción de horarios y también cierres fueron la norma en enero y febrero, en plena tercera ola del COVID. Esta situación, junto con la política de minimización de stocks que han adoptado las marcas para reducir costes, se plasma con claridad en los datos de comercio exterior y lastra especialmente la exportación coruñesa, fuertemente ligada al textil por el peso de la multinacional Inditex. Según el informe que publicó ayer el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en los dos primeros meses del año las empresas de la provincia de A Coruña facturaron bienes por valor de 1.052 millones de euros en el extranjero, un 30% menos que en el mismo periodo del año anterior. Hay que remontarse a 2014, fin de la segunda recesión, para encontrar un arranque de año tan flojo. El textil (manufacturas del consumo) aportó algo más de la mitad de las ventas desde la provincia: 535,5 millones de euros entre enero y febrero, lo que supone un desplome del 40%.

El mal momento que atraviesan las exportaciones de moda merma el peso de A Coruña en la exportación gallega, en favor de Pontevedra. En los dos meses de 2021 de los que hay datos oficiales, Galicia exportó por valor de 3.268 millones de euros, un 8,3% menos que el año anterior. Tres de cada cinco euros facturados corresponden a empresas de Pontevedra, que sumaron 1.989 millones, al incrementar un 9,2% sus ventas al exterior. Mientras el textil sufre con intensidad el golpe del COVID y lastra los datos de A Coruña, la automoción vive meses de auge e impulsa la estadística de Pontevedra, con la fábrica de Stellantis (PSA) en Vigo. Entre enero y febrero, el sector del automóvil exportó por valor d 1.076 millones de euros desde Pontevedra.

Cambian las tornas y si en los últimos años el textil era el gran pilar de la exportación gallega, en lo que va de año es la automoción la que cumple esa función, con una cuota del 33% —tras experimentar un incremento del 15% anual—. La confección en cambio ya solo supone el 17% —debido a la caída del 39% que ha sufrido en un año—.

La pujanza del motor contrarresta el bajón del textil, hasta dejar el conjunto del comercio exterior gallego en cierto equilibrio. En el acumulado de los dos meses la exportación gallega arrastra una caída moderada (-8,3) pero en febrero la evolución fue positiva, al alcanzar los 1.807 millones de euros, un 1,4% más que en el mismo mes del año pasado; mientras que España redujo sus exportaciones un 1,9%.

“Las exportaciones de vehículos automóviles y tractores son las que tienen una mayor positiva en la variación interanual” con un peso del 45,1% sobre el total de las exportaciones gallegas y “una tasa interanual del 35,6%, que repercute en 12 puntos”, concluye en su informe sobre comercio exterior el Instituto Galego de Estatística (IGE). El análisis añade que “el grupo de las materias textiles y sus manufacturas contribuye con -9,6 puntos a la tasa y supone el 13,1% de las exportaciones de febrero”. Además, “los productos con mayor repercusión negativa fueron las prendas de vestir no de punto, con -6,2 puntos”. Las prendas de vestir de punto lastraron -2,6 puntos.