La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, enfrió ayer las expectativas sobre una reforma urgente del sistema de financiación autonómica, y mandó este mensaje tras reunirse con Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana y el que más ha movido ficha en los últimos meses para promover un frente mediterráneo, con las comunidades que se consideran más infrafinanciadas con el modelo vigente desde hace 14 años.

Calviño señaló que la reforma de la financiación autonómica “es un tema muy complejo”, que confía que se solucione “en los próximos años”. Y, acto seguido, advirtió de que en estos momentos su “prioridad” es otra bien distinta, la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2022, para que sirvan de palanca a la recuperación económica tras la pandemia.

La vicepresidenta primera eludió confirmar si su departamento presentará un borrador del nuevo modelo de financiación antes de que termine el año, tal como se aprobó en el Congreso de los Diputados. “El cambio tiene múltiples dimensiones” y “se va tratar mano a mano para encontrar soluciones en los próximos años”, se limitó a valorar Calviño, quien indicó que una negociación de ese calado y trascendencia se debe abrir en el momento “más oportuno para poder llegar a un acuerdo satisfactorio”.

Pero, dicho eso, insistió en que su objetivo prioritario en estos momentos son los Presupuestos del Estado, “claves para canalizar los fondos europeos y para impulsar una recuperación económica y la creación de empleo público de calidad”.

Además de reunirse con Ximo Puig, Calviño también se pronunció sobre la reforma del sistema de financiación y respondió a las preguntas efectuadas por empresarios en un almuerzo-coloquio organizado por el diario Levante-EMV, del mismo grupo editorial que LA OPINIÓN. La vicepresidenta primera, que fue recibida en ese acto por Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica, respondió en ese encuentro que “todas las autonomías creen que no están adecuadamente financiadas”, antes de sostener que la Comunidad Valenciana no sufre “ningún tipo de discriminación negativa”.

El posicionamiento de Nadia Calviño sobre la reforma del sistema de financiación llega antes de la cumbre que mantendrá Ximo Puig con el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno. El presidente valenciano es el primero que comenzó a buscar alianzas desde que se reactivó el debate sobre la reforma del modelo, después de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa. La pandemia provocó un nuevo paréntesis en este debate, pero al final de la pasada primavera Puig ya selló un primer acuerdo con Baleares, autonomía también gobernada por el PSOE y que reclama un sistema en el que se tenga en cuenta la aportación de cada autonomía al régimen común de financiación (en el que están todas las excepto el País Vasco y Navarra), así como una mayor financiación per cápita. También Murcia reivindica un cambio de sistema en esa misma línea. El contrapunto a las reivindicaciones comunes de las autonomías del Mediterráneo llega del Noroeste. Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria coinciden en la exigencia de un modelo que cubra el coste real de los principales servicios públicos, ponderando criterios que los encarecen como la dispersión y el envejecimiento de la población.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ya habló ayer de la conveniencia de reeditar el acuerdo que en 2018 alcanzó con las autonomías del Noroeste al que se sumaron Aragón y La Rioja, un planteamiento con el que, además, también simpatizaba el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara.