La cotización de bitcóin en los mercados internacionales resiste con tradicionales altibajos. La declaración del Banco Popular de China (BPC) de que toda actividad vinculada con las criptomonedas, incluyendo las transacciones, el minado y su publicidad, es "ilegal y delictiva", no ha tenido por el momento los efectos catastróficos augurados. La paradoja es que hasta ahora había sido China el principal impulsor de las criptomonedas en el mundo, principalmente por la actividad de minado o creación. Pero las altas cotizaciones alcanzadas por bitcóin y el elevado gasto energético necesario para su minado ha hecho que la actividad haya dejado de ser rentable, tanto económicamente como en costes medioambientales asociados.

En la tarde del viernes, el banco central y otras nueve instituciones gubernamentales -entre ellas, el regulador de internet o el ministerio encargado de las labores de inteligencia- enumeraron en un comunicado las actividades "ilegales y delictivas" generadas por las "transacciones de monedas virtuales". Los reguladores apuntaron específicamente al lavado de dinero, a la recaudación ilegal de fondos, el fraude o los esquemas piramidales, asegurando que este tipo de delitos llevados a cabo con criptomonedas "ponen en grave peligro" las propiedades de los ciudadanos. La estabilidad política parecía amenazada por un posible descontrol financiero asociado a bitcóin.

El BPC mencionó específicamente a bitcóin y Ethereum, así como a otras "monedas virtuales emitidas por autoridades no monetarias", para recordar que su estatus no es el mismo que el de las divisas de curso legal y que, por tanto, "no pueden circular en el mercado como moneda". En el trasfondo de esta decisión también se encuentra el objetivo del Gobierno chino de crear un yuan digital controlado por el Estado. El documento también exige a las autoridades locales del país que "fortalezcan la supervisión" con vistas a prevenir y eliminar "los riesgos de la especulación".

Moneda inflacionaria por naturaleza

Tras la noticia, el bitcóin cayó un 8,6% y el ethereum, un 9,27%, caídas que en las siguientes horas se moderaron hasta en torno a un 6% en ambos casos. Pero este lunes, la cotización parece haberse estabilizado en torno a los 44.000 dólares. Curiosamente, la posibilidad de que China abandone el mundo bitcóin tiene un efecto colateral relevante al afianzar su papel de moneda inflacionaria por naturaleza, es un valor ahora más sólido ante la dificultad creciente para su generación.

Expertos del sector citados por el portal especializado Coindesk afirman que es, como mínimo, la séptima vez que Pekín toma medidas restrictivas contra monedas virtuales como el bitcóin desde 2013. "Si bien cada vez que ocurre, los mercados reaccionan con una caída de precios, el efecto es cada vez menor y más corto. Por eso, la historia de 'China prohíbe el bitcoin' ya tiene un estatus casi de meme en la comunidad", explicó el director ejecutivo del fondo de cobertura de criptomonedas ARK36, Ulrik K. Lykke, informa Efe. Por su parte, el analista Vijay Ayvar de la firma Luno, una de las principales bolsas de criptomonedas con sede en Londres, se mostró optimista al tuitear, desde Singapur, que China ha prohibido estas divisas "más veces de las que uno pueda contar". Otros analistas sí destacan un cambio con respecto a las anteriores medidas tomadas por Pekín: "Las últimas clarificaciones sugieren que aquellos involucrados (en las transacciones o el minado de criptomonedas) ahora se arriesgan a ser procesados judicialmente", apunta Craig Erlam, analista de mercados de la agencia de intercambio de divisas Oanda. "Los infractores serán investigados por su responsabilidad penal de conformidad con la ley", avisó a este respecto el BPC en su comunicado.

También queda por ver cómo los organismos gubernamentales colaboran en los "esfuerzos" para acabar con el uso de las divisas virtuales, teniendo en cuenta que el pasado mayo Pekín ya prohibió a las instituciones financieras y a otras compañías del sector que ofrecieran servicios para este tipo de transacciones. Un mes después, varias regiones de China suspendieron las operaciones de minado de criptomonedas a instancias del Gobierno, alegando preocupaciones sobre su alto consumo de electricidad y las emisiones de agentes contaminantes derivadas de su producción.

El 65% de la generación

Desde entonces, muchos "mineros" chinos -que llegaron a controlar más del 65% de la potencia de computación mundial dedicada a la obtención de bitcóin- que estaban establecidos en esas regiones donde la electricidad era barata han optado por trasladar sus operaciones al extranjero. Según informó entonces la prensa local, otros con operaciones a menor escala optaron por vender sus máquinas.

Pekín argumenta que la prohibición es necesaria para "mantener el orden económico, financiero y social": no en vano, la campaña se enmarca en los planes de reducción de riesgos financieros del Gobierno, que, cabe recordar, tiene planeado lanzar su propio "yuan digital" -una divisa digital, sí, pero cuyo objetivo no es descentralizar sino precisamente aumentar el control del BPC sobre la masa monetaria- a principios de 2022.