El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido este viernes una "política útil" en el proceso de transición energética sin "falsas disyuntivas" sino como un "cambio constante", en el que no hay que ser "campeones de la precipitación" y sí asumir la prioridad que supone el empleo. "La frivolidad no solo se ha adueñado de la política, empieza a causar devastadores efectos en la economía, de forma especial en la industria, y un país sin industria no es un país desarrollado", ha avisado Feijóo en una jornada sobre transición energética en A Coruña, en la que no ha pedido "grandes cosas nuevas sino que nos dejen como estábamos para, a partir de ahí, construir cosas nuevas". Feijóo ha participado esta mañana en la jornada "El Reto de la Transición Energética en las empresas de Galicia", que se ha celebrado en la Cámara de Comercio de A Coruña, junto al presidente de Repsol, Antonio Brufau, que ha mostrado su "firme" compromiso con Galicia, donde cuenta con la refinería de A Coruña en la que ha invertido más de 260 millones de euros en los últimos años

El mandatario gallego se ha referido a la "precipitada" transición energética que afronta una "realidad difusa" porque "no es fácil" y conlleva "riesgos implícitos", el más urgente, ha dicho, la continuidad de 16.000 puestos de trabajo en los sectores forestal, aluminio, electrointensivo o mar-industria. Un debate público polarizado -para Feijóo- que ha planteado esta transición con la "falsa disyuntiva" de un futuro verde frente a quienes son reacios al cambio. "No va de eso", sostiene el presidente de la Xunta, que añade: no es el qué sino el cómo.

Galicia se adscribe al cambio y lo hace "por conveniencia", porque quiere aportar y generar prosperidad, y "por creencia", es la tercera autonomía que más ha reducido sus emisiones, un 24 %, incluso más que otros países europeos.

Pero a ese cambio le pide coherencia y "no pasar de la A a la Z directamente ni ser campeones de la precipitación", indica Feijóo, que cita el caso de la central de As Pontes (A Coruña), ya que el Gobierno promueve el cierre de todas las térmicas y debido a la situación de abastecimiento "sin plan B ahora las reabre".

"Somos los primeros en cerrar y los primeros en reabrir", ha afeado Feijóo, que también se ha referido a Ence, dado que Galicia es la potencia forestal de España pero sobre "la única fábrica de confección de celulosa resulta que el objetivo es cerrarla".

O a los negocios y empresas de la costa, pues Galicia es también primera potencia pesquera en la UE, pero la ley de cambio climático "pone en cuestión" parte de sus instalaciones; y a la transición justa, con los casos de Ferrol y la Mariña lucense donde el nuevo paradigma "debe ofrecer a la mayoría un sitio en él o habrá una resistencia creciente a ese futuro", y después frustración y un terreno "fértil para el discurso de los ventajistas".

En esta "ceremonia de la confusión" sobre subidas fiscales, desgravaciones, pensiones o un marco más rígido en el mercado de trabajo, Feijóo ha demandado solvencia en materia económica, facilitando, como en Galicia, la implantación de industrias, las instalaciones de renovables o una ley de áreas empresariales.

El presidente de la Xunta ha reiterado su petición de concurrencia y publicidad para optar a los fondos europeos, tras referirse al automovilístico y, sobre movilidad, ha considerado que la llegada de la alta velocidad a Galicia es la noticia "más importante de los últimos años" con un tiempo de viaje entre Ourense y Madrid "imbatible".

En cuanto a la gestión de residuos, ha destacado de Sogama que registra números negros, por lo que puede bajar las aportaciones de los ciudadanos, y sobre la cabaña de vacuno, ha saludado la iniciativa con Repsol de montar plantas de tratamiento de purines para generar biogás con usos industriales, entre ellos a la refinería coruñesa para obtener hidrógeno renovable.

Feijóo ha participado esta mañana en la jornada "El Reto de la Transición Energética en las empresas de Galicia", que se ha celebrado en la Cámara de Comercio de A Coruña, junto al presidente de Repsol, Antonio Brufau, que ha mostrado su "firme" compromiso con Galicia, donde cuenta con la refinería de A Coruña en la que ha invertido más de 260 millones de euros en los últimos años.

Brufau también cree inevitable afrontar esta transformación como un "desafío global sin precedentes" que exige respuestas del sector público y privado, si bien ha añadido que "se trata de ciencia y tecnología, no de ideología y teología".

En su opinión, la actual "no es una transición justa ni inclusiva" y por ello insta a impulsar una transición energética "sensata e inteligente", asegurando el suministro de todas las fuentes de energía, incluida la nuclear, si no habrá un "colapso", y con neutralidad tecnológica "sin apriorismos ni etiquetas".

El presidente de la Cámara de Comercio de A Coruña, Antonio Couceiro, ha señalado el "marco de incertidumbre" de esta transición que coincide en ver como "inevitable".