La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, definió como “clave” la reducción de los beneficios, y no las ventas a pérdida, para disminuir el precio de la energía para los consumidores, incluidos los industriales. Lo dijo ayer en la sesión Los nuevos retos de la reforma energética europea de la XXXVII Reunió Cercle d’Economia, que se celebra en el Hotel W Barcelona hasta mañana.

Ribera consideró “fundamental” dar mayor cobertura a los consumidores vulnerables y que se debe entender la necesidad de, textualmente, repartir el esfuerzo desde el punto de vista de costes y beneficios.

También aseguró que en el proceso de transición energética se deben tener en cuenta que los consumidores deben poder “disfrutar desde el primer momento” de los beneficios de esta transición sin tener dificultades para hacer frente a precios elevados de la electricidad.

Un incremento de precios que, reconoció se ha dado sin cambios en la oferta, la demanda o la tecnología, salvo en el coste del gas, por lo que se debe pensar como este escenario afecta “a grupos de población cada vez más amplios”.

Sobre la voluntad de la Comisión Europea de reducir la dependencia del gas ruso, Ribera destacó el “importante grado de unidad en Europa” sobre esta cuestión. Y recordó que hay países, como Alemania, con una dependencia elevada del gas ruso, mientras que España la tiene mucho más reducida.