Los gallegos encaran la desaceleración económica que pronostican los expertos con los bolsillos más llenos de dinero desde que hay registros, pero también con un récord de créditos con los bancos como no se había visto en la última década. Aunque la situación es muy diferente si se compara con la anterior crisis: la de 2008. A mitad de ese año, el dinero que los residentes en Galicia tenían ahorrado en las entidades financieras superaba por poco los 45.000 millones, mientras que la deuda llegaba hasta los 67.000. Los excesos de los años de bonanza anteriores a que explotase la burbuja inmobiliaria habían provocado que el nivel de deuda llegase a cotas históricas, mientras que el dinero que los gallegos tenían en los bancos se situaba en niveles mínimos.
Pero ahora la situación ha cambiado. Y eso hace pensar a los expertos que la desaceleración que pronostican no impactará con la misma virulencia que hace 14 años, ya que el ahorro acumulado por las familias y empresas servirá de escudo, creen, para poder hacerse cargo de los costes y compromisos financieros asumidos, como el abono de las hipotecas, mientras que el nivel de crédito, aunque ha crecido en los últimos años, no es tan elevado como lo era en 2008.
A finales del pasado mes de junio, familias y empresas gallegas tenían en depósitos 74.804 millones (79.147 si se suma el dinero de las administraciones públicas). Es un 64% más que en la crisis de 2008, mientras que los créditos se situaban en los 42.665, un 37% menos (47.678 con los créditos de las administraciones). Las familias y las empresas de la comunidad cuentan ahora con casi 30.000 millones más ahorrados y 25.000 menos en créditos que hace 14 años para encarar la desaceleración que se prevé.
Los más de 74.000 millones en depósitos (casi 2.000 más que a finales de marzo) es un récord histórico y se ha debido, sobre todo, a la pandemia. El incremento ha sido un salto de considerables proporciones si se echa la vista atrás, a finales de marzo de 2020, quince días después de que el Gobierno declarase el estado de alarma para luchar contra el COVID. En aquel momento, el ahorro de los gallegos ascendía a poco más de 64.000 millones (64.090).
Solo en los tres meses siguientes, los más duros por el confinamiento domiciliario de la mayoría de la población, el cierre de establecimientos comerciales y de hostelería y las posteriores restricciones a la movilidad, el volumen total de los depósitos bancarios subió en más de 3.300 millones, hasta los 67.429.
Solo en 2020 la cantidad de dinero que particulares y empresas de Galicia tenían en las entidades bancarias creció en 6.066 millones. Algo más de 16 millones al día. Nunca antes se había producido un incremento tan grande. A cierre de 2020 el montante total ascendía a 69.557 millones. Doce meses después la cifra creció hasta los 71.662. En los seis primeros meses de 2022, aunque el dinero de los gallegos depositado en las entidades bancarias no ha aumentado al mismo nivel, sí que ha seguido al alza hasta los 74.804 millones del pasado junio, récord histórico, según los datos que acaba de publicar el Banco de España. En los dos años de pandemia, el dinero ahorrado supera los 10.000 millones. Un 16% más. Es un buen colchón, esperan los expertos, ante las nubes grises que se avecinan.
Los más de 74.000 millones son una hucha que, sobre todo, está depositada en cuentas a la vista, ya que las imposiciones a plazo apenas ofrecen rentabilidad. En estos momentos, no hay ninguna oferta de depósitos que supere el 2%, aunque las entidades financieras se están empezando a mover en este apartado. En los últimos cinco años, con los tipos de interés en la Eurozona al 0% no eran rentables para los inversores.
Si en 2008, seis de cada diez euros que los gallegos tenían en las entidades bancarias estaban en depósitos a plazo, a finales del pasado junio ese porcentaje se había reducido a uno de cada diez. De los más de 74.000 millones ahorrados, solo 8.300 estaban a plazo. El resto, algo más de 66.000, permanecían en cuentas a la vista sin ofrecer ninguna rentabilidad. Que estén en cuenta y no en depósitos también es bueno, apuntan fuentes financieras, para tener disponibilidad de ese dinero en cualquier momento, algo que no suele ocurrir con los depósitos a plazo.
Un año más, los coruñeses vuelven a ser los gallegos que más dinero tienen ahorrado en los bancos: 33.084 millones, casi la mitad del total (44,2%); les siguen los pontevedreses con 22.161 (29,6%); los lucenses con 10.107 (13,3%) y los ourensanos con 9.543 (12,7%).
A la par que aumentan sus ahorros, los gallegos también están incrementando el volumen de sus deudas con las entidades financieras. Según los datos del Banco de España, el total de créditos concedido en el primer semestre de este año alcanzó un total de 42.665 millones. Es el dato más alto desde 2013. La cifra está 1.245 millones por encima de los 41.420 del mismo periodo de 2020. De nuevo, los coruñeses son los que más créditos tienen concedidos: 18.933 millones, el 44,3% del total; le siguen los pontevedreses (16.476 y el 38,6%); los lucenses (3.783 y el 8,8%) y los ourensanos (3.472 y el 8,1%).
