La Comisión Europea instó ayer a los Estados miembros a que modernicen su ingreso mínimo vital aumentando la dotación económica para luchar contra la pobreza y la exclusión social en Europa en un contexto de altos previos de la energía por la invasión militar rusa de Ucrania. En una recomendación a los Veintisiete, el Ejecutivo comunitario ha propuesto que los países de la UE eleven el ingreso mínimo para garantizar la inclusión social y promover la integración en el mercado laboral de aquellos que pueden trabajar pero que tienen serias dificultares para encontrar un empleo.

“En un momento en que muchas personas luchan por llegar a fin de mes, será importante este otoño que los Estados miembro modernicen sus redes de seguridad social con un enfoque en la inclusión activa para ayudar a los más necesitados”, señaló el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, en un comunicado. Además, el Ejecutivo comunitario ha recomendado mejorar la transparencia del sistema del ingreso mínimo vital, que se revise y ajuste anualmente la dotación económica del apoyo, que la decisión de conceder o no está ayuda se comunique en 30 días desde que se ha efectuado la petición y, en caso de sea concedida, que en un plazo de tres meses se proporcione un plan de inclusión individualizado al beneficiario.

En este sentido, Bruselas ha llamado la atención sobre la importancia de este instrumento durante “recesiones económicas”, ya que ayuda a amortiguar la caída de ingresos en los hogares de las personas vulnerables y contribuyen el crecimiento inclusivo. “Más de una de cada cinco personas en la UE están en riesgo de pobreza y exclusión social”, ha expuesto el comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit, que aclaró que todos los Estados miembros disponen de esquemas de ingreso mínimo vital pero no siempre “llegan a todos los necesitados”.