El golpe del jurel y la incertidumbre en Gran Sol empañan el alza de las cuotas para 2023

El cerco solo podrá hacer pesca dirigida de la especie en el Cantábrico | Aumentan los cupos de merluza, rape y rapante | Acuerdo de la UE y Reino Unido, a falta de oficializar

El golpe del jurel y la incertidumbre en Gran Sol empañan el alza de las cuotas para 2023

El golpe del jurel y la incertidumbre en Gran Sol empañan el alza de las cuotas para 2023 / Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Grandes victorias, decepciones, muchos números verdes como pocas veces se recuerdan y la ya típica sensación agridulce. El consejo de los ministros pesqueros de la Unión Europea para decidir los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas del próximo año dejó sensaciones encontradas tanto entre las administraciones central y la gallega como entre los distintos segmentos de la flotas. El golpe del cupo de jurel en aguas del Cantábrico y de Gran Sol, cuya pesca ya no podrá ser dirigida, empaña el alza de cuotas muy importantes para el país y para el sector gallego como son la merluza, el rape y el gallo (o rapante). A ello, se suma la incógnita de las especies afectadas por la salida de Reino Unido de la UE, toda vez que Bruselas adelantó un posible acuerdo para los cupos del año próximo del que nada hay oficial o firmado sobre la mesa y del que Londres, por el momento, calla.

Como ya es costumbre, y ante las caóticas propuestas y la documentación que fue circulando entre los países, el resultado final se alcanzó bien entrado el tercer día del consejo, el 13 de diciembre. De hecho, el resultado no llegó a la opinión pública hasta pasadas las nueve de la mañana, algo ya menos habitual y que se solventaría con la propuesta de España de plantear la negociación de cuotas plurianuales de determinadas especies, algo que fue bien visto por la Comisión Europea y que será estudiado.

En cuanto a las cifras, los grandes avances se producen en aguas ibéricas. La cuota de merluza que se captura entre las zonas XIa y VIIIc (del Golfo de Cádiz al País Vasco) será de 9.953 toneladas, la segunda mejor cifra desde las 10.409 toneladas de 2014 al crecer un 10% respecto al cupo de este año.

También aumentan las posibilidades de rape y rapante. En el primer caso crece un 12,1%, hasta las 3.464 toneladas; en el segundo lo hace un 32,9%, hasta las 2.880.

En lo que se refiere a las especies pelágicas, las noticias ya no son tan buenas. Si bien la caballa aumentará un 20% la cuota (hasta las 29.439 toneladas) al dejar atrás la multa de 5.544 toneladas anuales que se descontaba automáticamente desde 2016, el jurel preocupa mucho a la flota. Con una situación biológica delicada, la pesquería de la zona VIIIc (Cantábrico) se mantendrá abierta, pero solo para pesca accesoria y no dirigida. Para ello se dispondrán de 3.271 toneladas, lo que supone un importante golpe para la numerosa flota cerquera gallega. “Somos altamente dependientes del jurel. Esto es un fuerte varapalo. Hay barcos en concreto donde más del 60% depende de esta especie”, indicó a Europa Press el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Manuel Suárez.

“El ministro lo considera como una victoria, porque contaba con cuota 0 (para el jurel). Pero esto no vale para nada. Todos los años lo mismo”, señaló por su parte el presidente de la Federación Gallega de Cofradías de Pescadores, José Antonio Pérez. En lo que respecta a la zona IXa, el cupo se incrementará un 15,1%, con 40.879 toneladas.

Otra cosa es Gran Sol. La flota que faena en el histórico caladero, afectado de lleno por la salida de Reino Unido de la UE, vive cada año pendiente de la negociación entre Londres y Bruselas. De no haber acuerdo, se establecen (como ya ha sucedido) cupos provisionales. Y aunque todo apuntaba a que se repetiría esta situación, la Comisión asegura que ya hay un pacto, si bien no está rubricado ni hay noticias del mismo desde las islas británicas.

“A falta de que se confirmen las cifras”, como dicen desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, habrá mejoras de relevancia en merluza (aumenta más de un 5%), el rape de la zona 7 (sube un 11%) y rapante de la zona 7 (se eleva un 14%). En cuanto a besugo y bacalao se mantiene la cuota, cuando para ambas pesquerías se proponía un TAC cero.

Según fuentes del sector pesquero gallego, el acuerdo “se considera satisfactorio” si bien es “preocupante el impacto del jurel para la flota de cerco”. “El resultado ha sido positivo para la flota de Gran Sol”, señalaron ayer, ya que también ven “optimismo” en la posibilidad de gestionar pesquerías con cuotas multianuales, ya que “otorgaría a la flota mayor tranquilidad”.

Para el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, la reunión fue “larga, compleja y difícil” y se saldó con “un buen resultado” y “un notable incremento de capturas en especies muy importantes”. En lo que respecta al Mediterráneo, “se ha librado una batalla dura” que concluyó con un recorte de días de pesca del 3,5% si la flota apuesta por medidas de mejora de selectividad o acatar una veda de cuatro semanas consecutivas.

La conselleira do Mar, Rosa Quintana, tachó de “mal acuerdo” y “negativo” el resultado de las negociaciones, ya que “apenas supone avances respecto de la propuesta inicial”. No obstante, reconoció que “no será un año de los peores” para los marineros gallegos, gracias al incremento de la cuota de especies.

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