“En 2022 incrementamos las ventas de viviendas un 75% y este año prevemos que crezcan un 50%”

Avantespacia, la división inmobiliaria de Inveravante, el grupo que fundó el fallecido Manuel Jove, aspira a convertirse en una promotora de tamaño medio con un producto muy cuidado. Su cliente tipo tiene un poder adquisitivo medio-alto. El año pasado entregó un 75% más de viviendas que el ejercicio anterior. Y para este, su previsión es firmar un 50% más de escrituras. “Estamos demostrando que estamos haciendo un producto adecuado a las características de nuestro cliente”, asegura Rocío Díaz, directora de promoción inmobiliaria de la compañía.

Avantespacia se fundó hace siete años; ¿cómo quiere que sea o cómo la ve dentro de otros siete años?

Somos una inmobiliaria que nace con un barniz de mucha experiencia profesional, con un equipo humano con mucha experiencia, y desde el principio nos hemos planteado situarnos como una promotora de tamaño medio. No aspiramos a estar en cabeza, pero sí con un producto muy cuidado.

¿Cuáles son las fortalezas de la inmobiliaria? ¿Cuáles son las diferencias con respecto al resto?

Una de las fortalezas es el equipo humano. Es un equipo humano con bastante experiencia. En el pasado, cuando fue la burbuja, se metieron muchos actores poco profesionales dentro del sector y cuando partimos con Avantespacia queríamos enfocarnos a ser una inmobiliaria seria, estable, con unos objetivos claros con respecto al producto, porque al final si le das a todo, no estás especializado en nada. Si haces un tipo de vivienda de nivel bajo al final no sabes hacer de nivel alto o lo haces mal. Encontramos ese nicho con nuestros profesionales muy formados en arquitectura, con un cariño especial en el diseño, la calidad y la sostenibilidad. Llevamos entregando bastantes viviendas en esta etapa y nos está funcionando bien. Estamos demostrando que estamos haciendo un producto adecuado a esas características de nuestro cliente.

Aseguran que se dirigen a un cliente de poder adquisitivo medio-alto. ¿La razón?

Nuestros profesionales se han especializado en ese nicho. Es un cliente que está bien preparado, que sabe bien lo que compra. Es exigente. Está menos expuesto a los vaivenes del mercado y compra su vivienda, no para especular, sino como su primera casa, de reposición o como segunda vivienda residencial. Es un cliente estable, bien formado y que sabe bien lo que quiere. Trabajamos en capitales de provincia con un tamaño medio alto. Nos está yendo bien con lo cual seguimos en ese camino.

¿La pandemia ha cambiado a los compradores de viviendas?

Ahora el cliente es mucho más conocedor de lo que está comprando. Pero antes no era así. Hoy en día tiene muy claro lo que quiere comprar. La pandemia también focalizó mucho al comprador. Se dio cuenta de que la vivienda, los espacios... son importante, ya no sólo la parte de terrazas, que, obviamente, se ha disparado la demanda desde la pandemia, sino que estés en una casa con una alta calidad, cuidado diseño arquitectónico, y con unos estándares de sostenibilidad y eficiencia energética altos. Esto se adapta a la vivienda que Avantespacia quiere poner en el mercado.

Todo su negocio está en España. ¿Piensan dar el salto fuera de las fronteras?

La promotora es española. Avantespacia está en España. Sí es cierto que tenemos intereses inmobiliarios en Tánger, Casablanca... Pero nuestro objetivo está centrado en el crecimiento en España. No descartamos nada en el futuro, pero nuestro crecimiento hoy en día está en España.

¿Por no ampliar más el negocio y no hacer las cosas bien?

Sí, de momento sí. Nuestro objetivo no es ser la primera inmobiliaria del mercado. Queremos ser una inmobiliaria de tamaño medio, llegar a unas cifras estables en tres o cuatro años y con lo que tenemos en España, distribuido en seis direcciones de zona, abarcamos todo el territorio. Tenemos un territorio bastante amplio como para seguir creciendo.

¿Cómo fueros los números del año pasado?

En 2022 incrementamos las ventas en un 75% y este año tenemos previsto volver a crecer un 50% sobre lo que hicimos el pasado ejercicio.

Caray. Buenas cifras.

Es bastante. Está bien. Está bien. Lo estamos haciendo bien. El crecimiento del año pasado es un poco más de lo que habíamos previsto porque eran viviendas pospandemia y nos afectaron los retrasos que se produjeron. Y este año, la idea es crecer un 50% con respecto al ejercicio pasado.

No hay señales de que vuelve una burbuja inmobiliaria.

Hay que entender cómo se dieron las circunstancias en ese momento. El sector estaba disparado y se construyeron un montón de viviendas. El precio de la vivienda estaba en unos niveles que excedían el precio real de la vivienda y muchos compradores estaban invirtiendo pensando que va a crecer indefinidamente. Cuando este modelo económico se rompe, los precios caen de manera abrupta y muchos propietarios no pueden hacer frente al pago del crédito hipotecario. Burbuja no hay. Y además, hoy el precio de la vivienda está muy adaptada a los costes.

¿Bajarán los precios de la vivienda?

Yo creo que se corregirá en la vivienda usada, porque el comprador de esta vivienda está viendo las deficiencias que hay con respecto a una nueva. El comprador ahora está mucho más preocupado de los costes energéticos, de los consumos, de las calidades de los materiales... Creo que se corregirá un poco el precio de la de segunda mano, pero caídas de compras y precios de las nuevas viviendas no lo veo. Seguimos vendiendo bien. Seguimos incrementando nuestro ritmo de ventas y seguimos incrementando nuestro ritmo de escrituras. Y, en general, lo que voy comentando con compañeros del sector, es que no están notando una bajada de ventas.

“Con la pandemia, el cliente se ha vuelto más exigente”

¿Cómo les afectó la pandemia?

Cambió el criterio del cliente. Se volvió mucho más exigente a la hora de analizar lo que estaba comprando. Obviamente, creció la demanda en vivienda unifamiliar, vivienda con terrazas… Sí que es cierto que hicimos adaptaciones de proyectos y les metimos terraza.

¿Y en cuanto al negocio?

A nivel de construcción, no nos afectó. Hubo unos meses que las constructoras sufrieron, pero nos afectó más después con la situación de la ruptura de la cadena de suministros, con la subida de la energía...

Una obra construida de la que estén orgullosos.

Se me ocurre un edificio que tenemos en Pamplona. Son 128 viviendas. El proyecto más grande de Pamplona y te diría que uno de los más grandes de España construido con los criterios de diseño de Passive House, que es uno de los certificados de sostenibilidad más altos que hay en el mundo. Y está todo vendido. Y lo vendimos todo antes de acabar la construcción. Y ahora estamos con un segundo proyecto que entregaremos en un par de meses también en Pamplona y también con criterios Passive House.

¿Y en Galicia?

Finca de Xaz en Oleiros, un club deportivo y familiar que se extiende sobre un espacio de más de 50 hectáreas en el que se priorizó la integración en el entorno y el respeto al patrimonio histórico y ambiental.

¿Cómo está de ocupación?

Ya son cerca de 100 las familias que viven en Finca de Xaz y en este momento tenemos en marcha nuevas viviendas, colectivas y pareados, con una posición estratégico dentro de la promoción, en primera línea del campo de golf. Se trata de un entorno ya muy consolidado en el que otras empresas de primera línea en el sector han apostado comprando suelo para promover.

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