Los pufos eternos de los grandes morosos gallegos: 300 millones sin abonar al fisco

Pocas caras nuevas y escasos cambios en los importes. La Agencia Tributaria publicó ayer el décimo listado de grandes deudores con Hacienda, aquellos que al cierre de 2022 debían más de 600.000 euros y sus responsables solidarios, una relación que incluye un total de 6.076 declarantes morosos (personas físicas o empresas). El número de contribuyentes en el listado se ha reducido un 13,7% respecto al de 2022 tras incorporar los nuevos criterios fijados por el Tribunal Supremo, que establece la obligación de que las deudas y sanciones pendientes de pago sean firmes. De otro modo, el número de morosos en el listado habría sido de 7.034 declarantes, una cifra casi idéntica a la del año pasado (7.037 declarantes). En el caso gallego, no ha habido grandes novedades, más allá de la constatación de que no es sencillo dejar de estar bajo esta gran —y mediática— lupa del fisco. Los pagos pendientes se mantienen en el entorno de los 300 millones de euros entre más de un centenar de grandes deudores de la comunidad.

El deshonor de liderar este ranking vuelve a ser de Mavieira, una constructora que nació de los restos del conocido Grupo Mahía, con cerca de 35 millones de euros. Figuran, en realidad, múltiples vestigios del crack de la burbuja del ladrillo, porque ahí sigue la coruñesa Martinsa-Fadesa (5,94 millones, con una cantidad superior a la del año pasado), Epaat (8 millones), Costaverde Proyectos Inmobiliarios (5,7 millones) o Sercoysa (1,9 millones, aunque también está su fundador, José Luis Valiñas Barreiro, con más de 940.000 euros). Aunque no está domiciliada en Galicia, Factorías Juliana fue filial del astillero Factorías Vulcano. La quiebra de la primera fue culpable, pero nunca se abonaron los 25 millones de sanción a la compañía viguesa que, por cierto, fue también a pique en un concurso clasificado como fortuito. Vulcano ha salido de este listado (debía más de 1,7 millones en el anterior), pero Juliana permanece con 1,2 millones sin pagar.

De la lista de morosos es posible salir si el contribuyente se ha puesto al día sus pagos con Hacienda; o bien si han realizado pagos parciales que sitúan la cantidad pendiente de pago por debajo de los 600.000 euros; o bien, si las deudas pendientes aún no son firmes.

En los puestos de salida también ha quedado anclada Mopavi, que durante más de dos décadas fue el mayor concesionario de motos de Vigo, con 12,1 millones de euros. Protagonizó un sonoro caso judicial, al igual que la desaparecida Conservas Iglesias. Sus deudas superan los 1,13 millones, pero hay otra sociedad vinculada con un pasivo mucho mayor: es Fish Kings SL, con 12,1 millones pendientes, y cuyo administrador era el mismo de la conservera, Ángel Ramón Iglesias.

En prisión desde principios de año por la quiebra de Pescanova SA, Manuel Fernández de Sousa figura en la lista a través de Sociedad Anónima de Desarrollo y Control, una de las firmas a través de las que era accionista en la pesquera: debe 9,58 millones. Ya no hay rastro de Gallega de Pesca Sostenible (13,21 millones el año pasado), una de las empresas del entramado del clan pirata de Vidal Armadores. Pero esta última armadora sí, con 842.500 euros pendientes de pago. Mario Conde (6,4 millones), Bernardo Alfageme (con 1,62 millones, quebrada bajo la dirección de la promotora Promalar), Congelados Pais (1,3 millones) o Producciones Artísticas Lito (1,41 millones, del fallecido empresario de las orquestas) se han apuntado otro año a este registro.

En toda España, la deuda pendiente de pago asciende en esta ocasión a 15.212 millones de euros, aunque si se eliminan duplicidades (por cantidades imputadas tanto al deudor principal como a los responsables solidarios) el importe real se sitúa en 13.566 millones. ¿Entre las novedades? La entrada del exárbitro José María Enríquez Negreira y el exfutbolista del Barça Malcom Filipe Silva; del lado de las salidas, las de Rodrigo Rato, Desguaces Latorre o Ildefonso Falcones.

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