Ecoener desembarca en Ecuador con una inversión de 180 millones en dos centrales hidroeléctricas

Los contratos de suministro a 30 años vinculados a las instalaciones garantizan unos ingresos de 820 millones al grupo energético

Julio Pérez

La coruñesa Ecoener nació del agua. En 1995, siete años después de su fundación, encendió Arnoia Pequeña, una minicentral hidroeléctrica en la provincia de Ourense con la que Luis de Valdivia pudo por fin poner en pie su proyecto de desarrollo sostenible basado en la excelencia y el respeto escrupuloso al entorno. Le siguieron después otros cuatro aprovechamientos (San Bartolomé, Cierves, Peneda y Arnoia), convirtiéndose en uno de los grandes operadores del sector en Galicia. Los embalses fueron hasta hace muy poco la fuente principal del mix de producción de la compañía y también del negocio. Tiene 55 megavatios (MW) operativos en hidráulica con una facturación el pasado 2022 de 12,7 millones de euros. Su expansión tecnológica y territorial han dado un giro de 180 grados a la cartera, liderada ahora mismo por la fotovoltaica (182 MW en activo y 349 en construcción) y la eólica (104 MW y tres más en camino). Su ilusión de volver de nuevo a los orígenes se cumplirá con la construcción de dos plantas de agua en Ecuador en las que invertirá 200 millones de dólares, unos 180 millones de euros al cambio actual.

Las futuras centrales de Santa Rosa y El Rosario, ubicadas en la región de Morona-Santiago en el centro-sur de Ecuador, surgen del concurso de potencia renovable impulsado por el Ministerio de Energía y Minas del país. Repartía 500 MW, de los que Ecoener logró el 20% de toda la cuota, el 66% en el caso del bloque de generación hidráulica y el 37% de la energía media anual estimada.

Cada una de las instalaciones que desarrollará la firma coruñesa alcanza los 49,5 MW. Son fluyentes, el modelo utilizado en ríos de mucho caudal y pendiente baja. Las turbinas pueden funcionar prácticamente todo el tiempo sin necesidad de levantar grandes balsas de agua en el terreno. De hecho, ambas tienen un factor medio de planta del 70%, “lo que las convierte en proyectos con una elevada capacidad productiva”. Su generación cubrirá el equivalente al consumo de 152.000 familias y en las obras y puesta en funcionamiento se crearán unos 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

Las obras se prolongarán alrededor de dos años. Una vez entren en funcionamiento, Ecoener se garantiza cerca de 900 millones de euros por la venta de la electricidad, 820 millones de euros, en los 30 años de duración de los contratos de suministro a largo plazo (PPA, por las siglas en inglés de Power Purchase Agreement) vinculados a las centrales. “Estos proyectos refuerzan nuestro sólido crecimiento y nos permiten incrementar nuestros activos de energía hidroeléctrica, estratégica para Econener”, valora Luis de Valdivia.

Entre los casi 1.400 MW que todavía tiene en fase desarrollo, el grupo dispone de 370 en hidráulica, 394 en eólica, 602 en solar y 21,6 en almacenamiento con baterías. Durante la reciente inauguración de sus dos primeras plantas fotovoltaicas en República Dominicana, el presidente de la compañía confirmó los avances para otros tres complejos más que elevarán la inversión en el país caribeño a 270 millones de euros. De Valdivia avanzó, además, la posibilidad de duplicar esa cifra con nuevos proyectos allí también de solar, eólica y baterías en la “fuerte etapa de crecimiento diversificado y estabilidad de ingresos”.

Ecuador es solo uno de los desembarcos que planeaba Ecoener a medio y largo plazo. El informe de actividad que acompaña a su reciente programa de pagarés verdes de hasta 50 millones de euros para financiar su expansión, la empresa menciona expresamente el estudio de proyectos en Panamá, Italia, Grecia, Polonia y Serbia. Prevé cerrar el ejercicio 2025 con 1.000 MW operativos, el triple que en la actualidad.

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