Transición Ecológica abre la puerta a salvar los parques eólicos pendientes para Alcoa en Lugo

José Ramón Gómez Besteiro revela que el ministerio permitirá a los proyectos con declaración de impacto fuera de plazo retener el enganche a la red

Julio Pérez

Alcoa volverá a sentarse con Gobierno central, Xunta y comité de empresa para desgranar su hoja de ruta en la factoría de San Cibrao (Lugo), la única de aluminio primario que queda en España, el mes que viene, cuando, precisamente, debería reabrir los hornos. Hace solo unos días aseguró que seguía buscando “soluciones potenciales” para garantizar que las operaciones “sigan siendo sostenibles en el medio y largo plazo”. Como telón de fondo está su futuro recibo energético. Ninguna otra planta industrial del país consume tanta electricidad como esta y una de las claves de su reapertura está en los acuerdos de suministro a largo plazo pactados con Endesa y Greenalia.

De todos los parques eólicos contemplados en el contrato, cuatro de Greenalia se quedaron en el tintero. El pasado 14 de noviembre vencía el plazo para conseguir la declaración de impacto ambiental favorable y retener así el permiso de acceso y conexión a la red eléctrica. Son todas instalaciones de más de 50 megavatios (MW) y la tramitación corre a cargo del Ministerio para la Transición Ecológica, pero a la Xunta le corresponden algunos de los informes sectoriales para dar el visto bueno. Y esos informes, según el departamento dirigido por Teresa Ribera, llegaron el día antes, el 13 de noviembre, sin margen para poder pasar el examen de impacto y retener, por tanto, el enchufe.

El PSdeG anunció ayer que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicará hoy la modificación necesaria para que los parques que necesita Alcoa no queden en un cajón. “Una solución urgente”, según José Ramón Gómez Besteiro, candidato de los socialistas gallegos a la presidencia de la Xunta, negociada por él personalmente con la ministra Teresa Ribera.