El grupo gallego Pérez Rumbao inicia la compra de Tartiere Auto
La compañía ourensana aspira a adquirir hasta el 90% del concesionario asturiano, de cuyo accionariado saldrán las familias Cosmen y Salazar
Yago González
El grupo gallego de distribución de automóviles Pérez Rumbao y el asturiano Tartiere Auto (concesionario en el Principado de las marcas Audi, Volkswage, Škoda y Seat) han firmado un preacuerdo por el cual el primero adquirirá al menos el 70% de la compañía asturiana, aunque el propósito es llegar a hacerse con el 90% de las acciones, según ha sabido LA NUEVA ESPAÑA, del mismo grupo que LA OPINIÓN A CORUÑA, de fuentes conocedoras. La operación –que prevé formalizarse a mediados del mes de febrero, una vez que finalice la auditoría por parte de la consultora Deloitte– está valorada en unos 7 millones de euros, aunque la cifra no es definitiva y aún está sometida al proceso de negociación.
La entrada de Pérez Rumbao supondrá la salida del accionariado de Tartiere Auto de la familia Salazar, que posee un 30%, y la familia Cosmen, con un 20%. Esto implica la salida de José María Salazar, consejero delegado del grupo asturiano. Por su parte, el abogado Víctor Tartiere conservará su cargo de presidente. Éste y el consejero Jesús Jardón mantendrán en conjunto un paquete accionarial del entorno del 10%. Además, se mantendrá la marca Tartiere Auto.
La operación implica la compra del negocio de Tartiere Auto –esto es, la concesión de los vehículos–, pero no los inmuebles, que serán arrendados por la firma asturiana al grupo gallego. Por lo tanto, en principio no se contempla ningún cambio exterior en los concesionarios de Tartiere, ubicados en Lugones, Gijón, Avilés, Mieres y Jarrio (Coaña). La firma asturiana pretende mantener su nivel de empleo –cuenta con 270 trabajadores– y la actividad habitual desarrollada hasta la fecha.
"Durante las próximas semanas se desarrollarán los trabajos necesarios para formalizar la transferencia final cuanto antes y que el proceso de cambio en la gestión de estas sociedades sea lo más fluido, rápido y tranquilo posible", señala un comunicado interno del Grupo Tartiere al que ha accedido este diario. La misiva sitúa la operación en el siguiente contexto: "El sector del automóvil se encuentra en pleno proceso de cambio de modelo, un cambio que pasa por estructuras de distribución más grandes que permitan generar eficiencias y aprovechar las sinergias que un mayor volumen lleva implícitas".
Creada en 1987 y con fuerte arraigo en Asturias, el Grupo Tartiere obtuvo el recién cerrado 2023 una facturación de 100 millones de euros y vendió más de 3.000 unidades entre vehículos nuevos y usados.
El comprador, Pérez Rumbao, es una empresa familiar centenaria, fundada en Ourense en 1920 y dedicada en sus comienzos a la importación de camiones de ocasión utilizados en la Primera Guerra Mundial y a la venta de maquinaria agrícola. Con los años, la compañía fue diversificándose, y en la década de los 50 empezó a vender camiones Pegaso y coches Seat. Desde entonces el grupo ha ido creciendo hasta consolidarse como el principal distribuidor de turismos y vehículos industriales de Galicia. Trabaja con una veintena de marcas líderes en el sector, entre ellas Audi, Volkswagen, Fiat, Volvo, Opel, Seat, Hyundai, Honda, Alfa Romeo, Jeep, Iveco y Man. Además, distribuye combustibles y cuenta con dos fábricas de autobuses –una en Galicia y otra en Portugal– bajo la marca Unvi.
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