Ence levantará en cuatro años su biofábrica de As Pontes con una inversión de 125 millones

Tendrá 120 empleos directos cuando opere | El grupo aspira a cubrir el vacío en el reciclaje del cartón con el boom del embalaje

Delimitación de la ocupación de la planta de Ence en As Pontes.

Delimitación de la ocupación de la planta de Ence en As Pontes. / Ence

Julio Pérez

La aspiración de Ence de cerrar el ciclo productivo del papel en Galicia es casi tan antigua como la discusión sobre la ubicación de su planta en Lourizán. Durante la etapa de Caixa Galicia de accionista principal y su director general, José Luis Méndez, en la presidencia, la pastera rubricó con el entonces conselleiro de Economía, José Antonio Orza, “un acuerdo de intenciones” para ampliar la actividad al tisú, usado, principalmente, en el papel higiénico, las servilletas, pañuelos o toallitas húmedas. “Este importante proyecto industrial, que contará con el apoyo de la Xunta de Galicia explicitado en el acuerdo firmado hoy, contempla una inversión de aproximadamente 134 millones de euros (22.295 millones de pesetas) y, una vez finalizado su desarrollo, supondrá la creación de al menos 184 puestos de trabajo”, anunció la compañía el 11 de octubre de 2002, en un comunicado de prensa y una notificación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Ambas partes decidieron crear una sociedad conjunta con la participación temporal de Sodiga en el capital. En el puzzle entró poco después Georgia Pacific. El grupo estadounidense asumió el liderazgo y el 60% del accionariado para, destacaron, “dar forma definitiva al plan industrial y comercial del proyecto Tisú de Lourizán”. Ni así llegó a arrancar.

Dos décadas después, esa sociedad instrumental sí está constituida formalmente. Se llama Biofibras de Galicia y con ella Ence recupera en solitario su viejo sueño en los terrenos ocupados hasta ahora por el parque de carbón de la térmica de Endesa en As Pontes. El Consello de la Xunta lo declaró proyecto industrial estratégico el pasado 15 de junio de 2023 y la Secretaría Xeral de Industria acaba de sacar a exposición pública la solicitud de autorización ambiental integrada, el estudio de impacto ambiental, la declaración de utilidad pública y el proyecto para la implantación de la factoría de fibra reciclada blanqueada.

“El reciclaje de papel es un proceso de baja incidencia ambiental a nivel energético, de generación de efluentes, emisiones de gases de efecto invernadero y generación de residuos sólidos, además de la no necesidad de consumo de madera”, señala Ence en la descripción del proyecto, que se enmarca “en los principios de economía circular, al dotar de una nueva vida útil a un material residual como el papel y el cartón”.

La meteórica digitalización está provocando un descenso de la oferta de pasta blanqueada fabricada a partir de papelote blanco y, en paralelo, el consumo de papel marrón no deja de crecer por el boom del embalaje y el comercio electrónico. “Actualmente no existen biofábricas en el mercado que produzcan pasta blanqueada a partir de fibra recuperada procedente de cartonaje”, señala la compañía presidida por Ignacio Colmenares. “Biofibras de Galicia está desarrollando un proyecto innovador en As Pontes —añade— que permitirá cubrir parcialmente ese desequilibrio entre la oferta y la demanda, empleando para ello papelote procedente de embalajes”.

Tendrá una capacidad de tratamiento de aproximadamente 160.000 toneladas anuales y una producción de pasta reciclada “con un alto grado de calidad” de alrededor de 100.000 toneladas. Aunque desde el principio se habló de un proyecto en varias fases con un presupuesto total de 350 millones, la solicitud de permisos a la Xunta recoge una inversión de 125 para todas las obras y equipos —incluida la caldera de biomasa que alimentará de energía las instalaciones—, sin mencionar futuras ampliaciones. La media de empleos creados durante la construcción será de 475 y cuando entre en operación dará trabajo a 394 personas, 120 de ellos puestos directos. La compañía contempla un plazo de cuatro años en total desde el inicio de la tramitación hasta la puesta en marcha.

El complejo ocupará una superficie de 465.795 metros cuadrados, la mayoría (338.993) para la zona industrial. Ence asegura que tanto la urbanización como las edificaciones seguirán criterios de integración con el paisaje, donde destaca el lago de As Pontes. Será, de hecho, su fuente de suministro con un consumo estimado de 1,5 hectómetros cúbicos al año. “Las instalaciones utilizarán las mejores tecnologías disponibles para asegurar que el agua que se devolviese a la naturaleza tenga una completa compatibilidad con el medio receptor, el río Eume, para no alterar la calidad ambiental de sus aguas”, asegura.

La biofábrica

100.000 toneladas

El complejo de Ence en As Pontes tendrá capacidad para tratar 160.000 toneladas de cartón y producir 100.000 de pasta al año.

Agua del lago

El consumo anual de agua estimado es de 1,5 hectómetros procedentes del lago de As Pontes.

Caldera de biomasa

Tendrá una potencia de unos 20 MW y las instalaciones serán autosuficientes.

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