Los trabajadores afectados por un ERE en A Coruña se desploman un 74% en dos años

El pasado mes de junio, la compañía de telemarketing Abai comunicó que ejecutaba un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) para 50 de sus trabajadores —la mayoría mujeres— del centro que tiene en Matogrande.

En octubre, 41 personas, también la mayoría mujeres y también de una empresa de telemarketing, en este caso Teleperformance, que tiene su plataforma en Agrela, fueron despedidas mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). También ese mes, otros 57 de Nanos, también la mayoría mujeres, recibieron el finiquito tras otro ERE que impulsó la firma textil coruñesa después de entrar en concurso de acreedores en junio y decretar el juzgado de lo Mercantil de A Coruña la liquidación de la empresa en agosto.

Estos casi 150 trabajadores forman parte de los 3.003 de la provincia coruñesa que se vieron afectados en 2023 por expedientes de regulación autorizados por las autoridades laborales o comunicados a las mismas. Esta cifra supone casi un 40% menos que los 7.032 del ejercicio anterior. Si se tienen en cuenta los dos últimos años, el número se desploma un 74%. También han caído las empresas que acudieron a estos procesos. Si en 2021, cuando la pandemia aún estaba presente, fueron 2.658 y en 2022 descendieron a 213 (-92%), en 2023 volvieron a bajar a 175, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

El ministerio divide los expedientes de regulación en tres procedimientos: despidos colectivos, suspensiones de contratos y reducción de jornada. El número de trabajadores de la provincia de A Coruña inmersos en el primero de estos tres apartados aumentó un 6% en 2023 en comparación con el año anterior (445).

Por su parte, los afectados por suspensiones de contrato cayeron un 63%, hasta los 2.209, mientras que los que tuvieron una reducción de jornada disminuyeron un 44% (627).

De los 3.003 despedidos, solo el 20% fueron sin acuerdo. Y pese a que en los ejemplos de Abai, Teleperformance y Nanos, la mayoría eran mujeres, en el total provincial un 77% de los empleados inmersos en un ERE el año pasado fueron hombres. En el caso de los despidos colectivos sí que se igualó la cifra: 240 frente a 205 mujeres.

Por actividad económica, hubo 1.914 trabajadores (de los 3.003) afectados por un ERE en la industria manufacturera. En la construcción fueron 160; en el sector agrario, 143, y en la hostelería, 109.

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