El líder del Encontro Irmandiño, Xosé Manuel Beiras, denunció ayer que el BNG está "enfermo" tras conseguir mantener sus dos diputados en el Congreso a pesar de recibir casi 30.000 votos respecto a las elecciones generales de 2008. Y culpó de ello a la actual cúpula de la formación frentista.

"Es un error considerar que salvar los muebles resuelve los problemas. Están traicionando al pueblo gallego, convirtiéndose en parásitos de un proyecto con la excusa de que defienden un país, cuando lo que quieren es perpetuarse ellos mismos y reproducirse orgánicamente como una planta carnívora", atacó Beiras.

El histórico dirigente nacionalista censuró los resultados obtenidos por el BNG por no lograr captar votos de un PSOE en su peor momento y recordó que hace 10 o 15 años cuando "venía una avalancha de la derecha", el nacionalismo se beneficiaba por ser "la referencia" de la identidad gallega y pidió preguntarse por qué el voto de izquierda descontento "basculó" hacia Esquerda Unida, que logró 67.000 votos, 42.000 más que en 2008.

"Victoria aberrante"

. n este contexto, el dirigente con el que el nacionalismo gallego logró su techo histórico de votantes pidió un cambio de rumbo urgente en un Bloque, al que exige una refundación interna. "Si eso no se logra, nosotros no tenemos sitio dentro del BNG", amenazó. Si el proceso no es así, el Encontro Irmandiño abandonará el Bloque y formará un partido independiente.

A pesar de que celebró que "Galicia no pierda representación" en las Cortes, reconoció estar "convencido" de que los dos diputados nacionalistas "no van a servir para nada" ante la mayoría absoluta del PP, que va a hacer "mangas y capirotes" a la oposición.

Beiras también se refirió a la victoria de los populares, que calificó de "fenómeno aberrante" en una "sociedad sana". En su opinión, el resultado se debe "al chantaje del miedo" y al "lavado de cerebro" ejercido por "el poder mediático y económico", por lo que tachó las elecciones de "payasada, farsa y proceso trucado desde el principio".